¿Hacia dónde va la educación pública en México?

Regreso universal a clases presenciales (en todos los niveles), instrumentación del plan piloto para un nuevo modelo en educación básica, nuevo nombramiento de la secretaria de Educación Pública, son medidas instrumentadas en la educación del país para el nuevo ciclo escolar.

De estas medidas, la que ocupa la atención de los medios de comunicación es el nombramiento de la profesora Leticia Ramírez, como nueva titular de la Secretaría de Educación Pública, funcionaria de gran lealtad al presidente Andrés Manuel López Obrador, eficiente en su actuación al frente de Atención Ciudadana, normalista de origen democrático, convencida de que el proyecto de la 4T es un verdadero esfuerzo transformador del país de corte democrático.

Sin las credenciales académicas, ni la experiencia de conducción en el sector educativo, pero que, frente a los dos secretarios de educación anteriores, puede demostrar que es posible establecer las bases de una mejora en educación, y construir un proyecto realmente alternativo. Asume la conducción de la SEP, reclamando los recursos presupuestales necesarios para ello y haciendo cambios en los funcionarios responsables de las subsecretarías a su cargo para evitar la continuidad de las políticas neoliberales en el Sector. ¿Hasta dónde podrá avanzar?

En buena parte, a partir de resolver dos de las tareas centrales para el país: 1) Evaluación del estado de la educación pública a cuatro años de la llegada del gobierno actual, con una pandemia de por medio que obligó al cierre de escuelas y propició la exclusión de miles de niños y jóvenes, mayor precarización del trabajo docente, a la par de la masificación del uso de las plataformas digitales en educación con la creciente rentabilidad a los dueños de los grandes consorcios transnacionales. 2) Análisis y discusión amplia desde la base de las escuelas y las maestras y maestros, así como los universitarios estudiosos de los procesos educativos, para sentar las bases de un Proyecto Nacional que pueda procesarse en los dos últimos años de este gobierno y sentar las bases y los consensos, de trabajadores de la educación, de autoridades, de comunidades, y señalar la estrategia a seguir por la SEP y el gobierno en su conjunto para superar la crisis educativa después de la pandemia.

Hay que recordar que antes de su salida Delfina Gómez anunció que 960 escuelas del país serían parte del Plan Piloto para Educación Básica, y que dicho plan entraría en ejercicio hacia 2023-2024. Pero queda ausente una discusión amplia dentro de la sociedad sobre qué tipo de educación se requiere, así como un diagnóstico del estado que guarda el Sistema Educativo Nacional.

Se lanzó un nuevo modelo educativo, que no incorporó en su horizonte el papel estratégico de la educación pública, y que no reconoce que en el país han florecido experiencias educativas alternativas, construidas en el seno de las comunidades y ante la necesidad de garantizar el derecho a la educación.

La nueva titular de la SEP, tiene un gran reto: mostrar su voluntad y capacidad de liderazgo para construir el diálogo que señala será parte fundamental del nuevo modelo educativo y abrir las rutas para resolver la precariedad presupuestal y del trabajo docente.