Incertidumbre opaca ciclo escolar 2019-2020
Los niños de preescolar, primero y segundo grado de primaria, y primero de secundaria aprenderán según el nuevo modelo educativo. Twitter

Este lunes regresarán a clases 25 millones 447 mil estudiantes de preescolar, primaria y secundaria, así como un millón 219 mil maestros que trabajan en más de 226 mil escuelas en todo el país, pero lo harán con la incertidumbre de tener que “sortear” en el salón de clases libros de texto, programas de estudio y modelos educativos de los gobiernos de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, cada uno con una concepción diferente de la educación.

El problema principal que detectaron profesores y directores consultados por EL UNIVERSAL es que no hay congruencia entre planes y programas, libros de texto y formas de evaluación, lo que les genera una sensación de incertidumbre y desorden; además, hay una nueva reforma educativa y cero leyes reglamentarias que permitan hacerla operativa.

“Es un relajo, realmente no hay consistencia. Cuando veamos más adelante cómo van saliendo en su desempeño los niños, ¿a quién le echamos la culpa?, ¿al modelo de 2011, al de 2017 o a la Nueva Escuela Mexicana? No hay seguimiento”, comentó Fátima, profesora de primaria en Tlaxcala.

Por ejemplo, los niños de preescolar, primero y segundo grado de primaria, y primero de secundaria aprenderán según el nuevo modelo educativo y los libros de texto de 2017, de la reforma de Enrique Peña Nieto.

Alumnos de cuarto a sexto de primaria y segundo y tercero de secundaria estudiarán con el modelo y los libros de 2011, de la reforma de Felipe Calderón Hinojosa.

Los maestros tienen que enfocar sus prácticas en el aula según la concepción de la educación del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la llamada Nueva Escuela Mexicana, la cual “pasa por una nueva pedagogía, por nuevas prácticas, un modelo, planes y programas. Es algo flexible, se va a ir mejorando”, comentó el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán.

“Hay una incertidumbre de no saber cuáles son las leyes secundarias, qué tanto nos van a afectar y qué tanto van a ser reales. Cómo tengo que volver a innovar y a hacer cambios, cómo vamos a ir direccionando a los niños y cómo les vamos a dar un enfoque, [si] se van a modificar los libros de texto o no”, cuestionó Georgina Marysol Torres, profesora en la Ciudad de México.