Izquierdas y educación

En el libro libro “The Age of AI And Our Human Future” (La edad de la inteligencia artificial y nuestro futuro humano), Henry Kissinger y sus coautores presentan estadísticas impresionantes.

En 2020, las nuevas empresas estadounidenses dedicadas a inteligencia artificial recaudaron 38 mil millones de dólares para financiar su inauguración.

La inversión que cada país destine a la formación educativa no solamente de expertos en esa disciplina, sino de ciudadanos capaces de utilizar las herramientas tecnológicas correspondientes, resultará decisiva para su inserción en el siglo XXI.

Las izquierdas de los países avanzados tienen conciencia de la necesidad de una educación acorde con el siglo XXI.

El canciller alemán Olaf Scholz, dirigente del partido de izquierda más antiguo del mundo (el socialdemócrata alemán), presentó su programa educativo.

La coalición de partidos que lo acompañan se comprometió a “proporcionar a todos las oportunidades educativas de calidad y excelencia sin importar su origen, facilitar y asegurar la participación y movilidad social mediante una educación incluyente”.

En Francia, la candidata presidencial del partido socialista, Anne Hidalgo, ofreció una política educativa de duplicación del salario de los profesores y soluciones personalizadas para evitar la deserción escolar. A lo mejor Alemania y Francia son neoliberales. Revisemos las naciones escandinavas. Sanna Marin es la primera ministra más joven del mundo, procedente del partido socialdemócrata de Finlandia. Su política educativa consiste en capacitación plena de todo el personal docente en programación y tecnología digital para garantizar una comunicación permanente entre profesores y alumnos.

¿Y México? Nuestra izquierda designó a una secretaria de educación a quien el Tribunal Electoral le comprobó delitos electorales.

La más reciente ocurrencia es cambiar los grados escolares por algo llamado “fases”.

Quieren eliminar los exámenes de diagnóstico internacional como la prueba PISA de la OCDE y sustituirlos por “un modelo decolonial, libertario”. El vocablo correcto es descolonizador. “El marxismo es el opio de los intelectuales”, decía el gran filósofo francés Raymond Aron. En este caso, marxismo de Arriaga. Están preparando muy bien a nuestros niños para la edad de la inteligencia artificial.