Las nuevas tareas de la Secretaría de Cultura

Para el periodo extraordinario del próximo jueves, diputados federales perfilan aprobar la iniciativa de la Ley General de Educación, que mandata regresar a los programas de estudio de educación básica y media superior materias desaparecidas o relegadas en reformas anteriores, como Civismo, Filosofía, Historia, Música o Geografía. 

En estas reformas se tiene contemplada la participación de la Secretaría de Cultura. El Artículo 26 establece que cuando los planes y programas de estudio se refieran a aspectos culturales, históricos, artísticos y literarios será la Secult la que proponga el contenido a la SEP. Además, en el Artículo 113, fracción XVI, se establece que la Educación tendrá que participar con Cultura en el fomento de las relaciones de orden cultural con otros países y en la formulación de programas de cooperación internacional en materia artística y cultural. Y en el Artículo 115 se plantea que las autoridades educativas Federal, de los Estados y Ciudad de México, tendrán que fomentar la prestación de servicios bibliotecarios a través de las bibliotecas públicas a cargo de la Secretaría de Cultura y demás autoridades competentes. 

De aprobarse, la Secult tiene mucho trabajo por delante porque, en principio, estaría obligada a revisar las escuelas de educación artística del INBAL, sus planes de estudio, su planta docente, presupuesto e infraestructura; temas en los que ninguna autoridad en el pasado se ha querido meter. Pero también tendrá que trabajar en los contenidos históricos ¡menuda responsabilidad! ¿A quién le corresponderá esa tarea? ¿Será que el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, que encabeza Pedro Salmerón, definirá las temáticas de las clases de historia?, ¿cómo evitar que esta Ley General de Educación en lo referente a Cultura, no termine en letra muerta?