Los cambios que ya no pueden esperar

El presidente López Obrador anunció una serie de medidas para contener la inflación frente a la escalada de precios que se ha generado a nivel mundial. El presidente no equivoca el diagnóstico al controlar los precios y eliminar los aranceles de algunos insumos que son indispensables para la población. La pregunta que permanece abierta es si esto será suficiente para enfrentar un fenómeno que rebasa nuestras fronteras.

El 26 de abril, Tláloc Puga publicó en este diario que “México pasó del lugar 15 al 17 en el ranking de las economías más grandes del mundo… El país fue superado por Irán en 2021 y será desplazado por Indonesia en 2023, prevé el Fondo Monetario Internacional”. Llama la atención esta publicación porque desde hace varios años Irán enfrenta las más duras sanciones de Estados Unidos que han obligado a varios países a mantenerse lejos de la República Islámica.

Irán ha privilegiado reducir su dependencia de los combustibles fósiles e incrementar la capacidad productiva. De acuerdo con su embajada en nuestro país, en 2021 exportaron 43.5 mil millones de dólares de productos no petroleros, 40 % más que en 2020.

México no sufre sanciones, por el contrario, somos el principal socio comercial de la economía más grande el planeta. Contamos con una población joven, preparada y productiva; nuestro territorio es extenso, tiene recursos naturales, sitios arqueológicos, destinos turísticos y diversidad de climas; negociamos tratados comerciales con decenas de países y desarrollamos importantes capacidades logísticas, entre muchas otras ventajas.

Estoy convencida de que México tiene todo lo necesario para que podamos crecer, no sólo para controlar la inflación.

Durante más de 20 años estuve en la mesa de los políticos, entiendo el lenguaje, tiempos y prioridades; ahora me encuentro en la mesa de los emprendedores que tienen una lógica, objetivos y tiempos distintos para decidir. Es urgente que en México desarrollemos los puentes y entendimiento para revitalizar la inversión. Ni el Estado puede dinamizar la economía solo, ni las empresas pueden prescindir del gobierno.

El estado de derecho es fundamental para recuperar la confianza y generar certidumbre. Los Poderes de la Unión y todos los niveles de gobierno deben acatar su responsabilidad. La inseguridad se traduce en miles de muertes y encarece nuestra vida: pagamos por la seguridad que requiere el transporte, por la extorsión que sufren los agricultores, etc. México requiere reglas claras, un Poder Judicial transparente y erradicar la impunidad y la corrupción.

El gobierno ha desarrollado programas para incrementar la participación laboral, el salario mínimo y la producción, pero aún hay que mejorar los precios y las capacidades energéticas explotando nuestro potencial en las renovables.

México tiene que hacer muchas más tareas que por espacio no puedo desarrollar: a) es urgente mejorar nuestro modelo educativo, b) realizar una significativa simplificación administrativa (entre más trámites hay menos empresas), c) invertir en campañas de promoción del país, de nuestras industrias y del talento de nuestro pueblo.

Hace sólo 20 años México se encontraba entre las 10 economías más grandes del mundo, ¿qué esperamos para retomar el lugar que nos corresponde?