Ricardo Sheffield, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), informó que el pasado 31 de marzo, verificadores de la institución encontraron que en una gasolinera en Cajeme, Sonora, estaban instalados 20 instrumentos de los llamados “rastrillos” con el objetivo de entregar menos combustible, por lo que fueron inmovilizados.

En conferencia de prensa en Palacio Nacional, el titular del Ejecutivo federal señaló que, con estos dispositivos, se podían alterar los controles volumétricos, manipular diversas funciones relativas al despacho, cobro, registro y entregar menos combustible.

Ante esta situación, el procurador informó que se procedió a la inmovilización de la totalidad de las posiciones de carga con que cuenta la estación.