La propuesta de reforma al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) enviada por el Ejecutivo tendrá un ligera carga fiscal en las cuentas del gobierno, pero no afectará a las empresas y se descarta que limite la creación de empleos, dijo el titular de la Unidad de Seguros, Pensiones y Seguridad Social de la Secretaría de Hacienda, Carlos Noriega.
En entrevista con El Universal, el funcionario dijo que el texto completo de la iniciativa se presentará en los primeros días de agosto y confió en que a partir del 1 de enero de 2021 entre en vigor esta reforma que beneficiará a los trabajadores que cotizan al IMSS.
“Más adelante tendremos que atender el tema de los trabajadores del sector público federal, después tendremos que ver a los independientes, a los que trabajan en gobierno estatales y en universidades. Todavía falta mucho que hacer, pero este es el que toca a un mayor número de trabajadores, cerca de 20 millones de activos, 64 millones de cuentas que en algún momento han estado aportando a la seguridad social”, dijo.
Noriega resaltó que el objetivo central de la reforma está en dar a un mayor número de trabajadores una mejor pensión y acercar a aquellos que no alcanzarían las mil 250 semanas de la ley actual a una reducción de 750 semanas que les lleva a una pensión mínima garantizada.
Noriega descartó que haya un impacto para las empresas y que encarezca sus costos de contratación, ya que el incremento de 5.15 a 13.8% en las aportaciones comenzará dos años después de que la reforma sea aprobada para que en ocho años llegue a 16%. Llamó a los trabajadores a ser más conscientes sobre su jubilación.
Carga para patrones
Sobre el tema, el presidente del Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF), Armando Leñero, dijo que tal y como esta la iniciativa representa una carga laboral extra para patrones, principalmente en las pequeñas y medianas empresas.
Espera que en la discusión de la iniciativa en el Congreso se agreguen medidas adicionales de deducibilidad para mitigar el impacto en empresas.