Y su ausencia se nota... un día sin mujeres

México ayer tuvo un matiz diferente. Este 9 de marzo, un día después del Día Internacional de la Mujer, ellas han puesto de manifiesto -en su gran mayoría- el llamado a “Un Día sin Nosotras”.

Y su ausencia en las calles se nota. En la escuela, en los bancos, en el transporte público… Es un lunes fuera de la normalidad.

En las calles de los alrededores de Palacio Nacional, las cuales siempre lucen llenas de personas que acuden a realizar compras, ayer se observó poco movimiento. Se hizo evidente que el vacío ocurrió porque hubo pocas mujeres caminando.

Calle Moneda, por ejemplo, tradicionalmente abundante de transeúntes desde las 06:00 horas, este lunes estuvo prácticamente vacía. A diferencia de todos los días, fue fácil caminar entre ella.

También en la Ciudad de México, cerca de los tribunales en avenida Niños Héroes, hubo mujeres trabajando pero no las suficientes para generar la bulla acostumbrada.

¿Cuál paro?, hay que chingarle: comerciante

Doña Loretito nada sabe del Día Internacional de la Mujer, ni que este lunes la mayoría de las mujeres decidieron dejar de trabajar, para protestar por los feminicidios y la violencia de género.

Ella, como muchas otras del Centro de Acopio en Villa Milpa Alta, salieron a vender sus productos como todos los días, por lo que en este mercado el 9M simplemente no existe; todo se desarrolla con normalidad.

“¿Cuál paro?, ¿quién lo ordenó? Si dejo de trabajar, pues no como. Así de simple. Hay que chingarle, porque no hay de otra”, dijo sin dejar de mover las tijeras para cortar los pollos.

La señora Justina García, propietaria de ese negocio en San Pablo Oztotepec, alcaldía Milpa Alta.

Pero no solo doña Justina decidió no “protestar”, sino que en este pueblo del sur de la capital la actividad fue normal. Las mujeres no desaparecieron de tortillerías, carnicerías, tiendas de abarrotes, de ropa, comida. Todas ignoraron el 9M.

Si no trabajo, no comen mis hijos

Brenda vende fruta y sándwiches en la esquina de Reforma e Insurgentes. Pese al Paro Nacional de Mujeres, convocado por distintos grupos feministas, este día asistió a realizar su trabajo de manera cotidiana, pero hubo una diferencia abismal: vendió la mitad de sus productos.

“Aquí nos damos cuenta de que sí consumen más las mujeres que los hombres, puede ser que ellas sí desayunen, o que los hombres sean más tacaños, pero me voy a casa sin mi día completo”, dice un poco triste.

Brenda tiene cuatro hijos, dos varones y dos mujeres. Tres van a la escuela en la tarde y su hijo la acompaña a vender sus desayunos a un puesto pequeño que le dejan poner sobre la banqueta. Ayer regresó a casa con más fruta y jugos que no pudo vender.

Trabajadoras de vigilancia del Hospital General Gustavo Baz de Nezahualcóyotl no tuvieron opción de faltar a trabajar este 9 de marzo pues, dijeron, que de no presentarse de manera normal, las arrestarían.

“Uy, si no venimos nos castigan, nos ponen arrestos de 24 o de 72 horas, según sea la falta que cometamos”, dijo una de las mujeres pertenecientes al Cuerpo de Seguridad Auxiliar del Estado de México (Cusaem) que esta asignada a labores de vigilancia del hospital.

Solo en 10 de mayo estamos así de vacíos

“Solo en 10 de mayo estamos así de vacíos”, comenta una funcionaria del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México mientras observa la tranquilidad del juzgado en el que trabaja.

La mitad del personal en el Juzgado 37 Familiar decidió unirse al paro de mujeres convocado para este 9 de marzo.

Ante la posibilidad de que esto ocurriera y luego de que el Consejo de la Judicatura capitalino decretara la suspensión de plazos judiciales, la mayoría de los litigantes que atiborran las filas de los archivos, las del elevador, los pasillos y la fila de entrada, decidieron no presentarse tampoco.

Acude por miedo a represalias

La Cineteca Nacional ve reducido el flujo de asistentes este 9 de marzo, día que se vive el Paro Nacional de Mujeres, pero a pesar de esto solo una se presentó a laborar.

La mujer dedicada a la limpieza del recinto de la colonia Xoco, cubrió su horario laboral debido a que tiene menos de un año trabajando y pensó que si no se presentaba podría haber consecuencias.

“No tiene ni un año que entré, por eso decidí venir”, comentó la mujer quien no quiso dar su nombre y mucho menos tomarse una foto.

Lo que sí ha notado la trabajadora es la reducción de gente, más de mujeres, que acude normalmente a las funciones matutinas y de mediodía que ofrece la Cineteca.