Erick busca apoyo para cumplir su próximo reto

Le detectaron hemofilia tipo A severa a los primeros meses de edad, sin embargo, a pesar de los obstáculos de salud, ha salido triunfante y ha conseguido grandes victorias tanto en sus estudios como en lo deportivo. Se trata de Erick Eduardo Morales Morales, un adolescente de 14 años que quiere cumplir su próximo reto: competir y ganar en Bacalar en aguas abiertas, el próximo 22 y 23 de junio.

Erick es uno de los más de 30 pacientes con hemofilia dentro del Hospital de Especialidades Pediátricas en Chiapas, pero su caso es singular, ya que ha trascendido dentro del deporte y señala que no se siente limitado por la enfermedad, pues puede desarrollar la actividad física como cualquier otra persona pero con la ayuda del factor ocho, medicamento que no le debe hacer falta; este lo ha llevado a un mayor nivel de vida, ya que antes no tenían al alcance el tratamiento de profilaxis.

Sus comienzos dentro de las competencias, recuerda, no fueron tan desgastantes al no tener un ritmo fuerte como lo hace ahora; de esta manera sus dos primeras medallas fueron en aguas abiertas, además le entregaron un reconocimiento de primer lugar que obtuvo en el Cañón del Sumidero.

Erick, quien actualmente cursa el tercer año de secundaria en la escuela “Joaquín Miguel Gutiérrez” y piensa estudiar Derecho en San Cristobal, necesita del apoyo económico para trasladarse hasta Quintana Roo y solventar algunos gastos individuales para ir a las pruebas.

Dolor y angustia

Su padres señalan que pasaron muchos momentos de dolor y angustia para conseguir los medicamentos. desde los siete meses que se le detectó la edad, pero en la actualidad al ver su mejoría gracias a su tratamiento y el deporte, se sienten satisfechos y agradecidos.

“Qué te puedo decir, yo siempre he creído que Dios está detrás de él, ya que hubieron muchos momentos de sufrimiento, pero he visto que con su medicamento va mejorando y está cosechando éxitos; es un gran mérito vivir y luchar contra esta enfermedad”, confiesa Otilio, padre de Erick.

“Dice el refrán que si la vida te da un limón hazte una limonada, pero a mi hijo siento que Dios le dio un costal lleno de limones, por lo que estamos muy felices y lo acompañamos a cada reto que se pone; cambió la tristeza y las lágrimas por satisfacción y alegría”, comenta.

Desde hace tres años no se ha internado y a pesar de que presenta complicaciones de movilidad en su pierna derecha, en donde ha tenido daños en las articulaciones provocadas por lo golpes y las hemorragias internas, Erick sigue adelante entrenando casi todos los días en el “Panchón Contreras” para continuar en las competencias de aguas abiertas y algún día llegar al nacional.

Actualmente en el Hospital de Especialidades Pediátricas de Chiapas (HEP) están bajo tratamiento 33 pacientes con hemofilia A y cuatro con hemofilia B desde un año de edad hasta antes de los 18 años.Para ayudar

El contacto:

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