Anxel Oxte Martínez, de 31 años, cuenta que la lucha contra el cáncer no ha sido fácil pero tampoco imposible.
“Soy originario de Cancún, Quintana Roo, donde formé una familia y con el paso del tiempo decidimos venir a vivir a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas”, dijo.
En ese entonces, Oxte comenta que vivían tranquilamente hasta que llegó la crisis de la pandemia.
“Los sueldos bajaron y hubo recorte de personal en la empresa en donde laboraba; nuestros ingresos se vieron afectados y eso hizo difícil llevar el sustento a la familia. Al poco tiempo me ofrecieron laborar en Cancún, con un sueldo mejor. Acepté la oferta y así emprendí el viaje el 16 de octubre de 2021”, narra.
Afirma que su vida era completamente normal, “hacía deporte y trabajaba en el ramo de la construcción”.
“Un día empecé a sentir un malestar en el testículo derecho, presentaba inflamación y dolor. Esta situación me obligó a ir a consultas médicas constantes, pero era mal diagnosticado.
“El 14 de diciembre de 2021, jugando futbol, recibí un golpe muy fuerte en el pecho, y debido a esa lesión tuve complicaciones de salud, provocando que se me dificultara respirar y caminar.
“Los médicos me sometieron a varios estudios clínicos por los problemas respiratorios y dolores en la espalda. Eso me imposibilitó caminar y tuve que andar en silla de ruedas”, explica.
Oxte dice que visitó a un especialista en urología, el cual le realizó un examen testicular, percibiendo irregularidades en uno de sus testículos.
“Me sometió a estudios, tomografías, ultrasonidos testiculares y en las vías urinarias, para descartar piedras en riñones y otros males.
“El 4 de enero del presente año entregué los resultados de los estudios. El médico confirmó diagnóstico de cáncer testicular y la necesidad de una cirugía de emergencia para retirar el testículo.
“El 7 de enero a las 10:00 horas ingresé al quirófano, donde me realizaron la extracción testicular y la biopsia al miembro retirado, y me dijeron que el resultado sería entregado 20 días después.
“El 17 de enero fui a visitar al médico especialista en oncología, presentándole todos los estudios y resultados obtenidos hasta esa fecha”, asevera.
Anxel menciona que el doctor observó que el cáncer se había expandido, haciendo metástasis en los pulmones, hígado y columna vertebral. “No pude caminar ni respirar; era urgente iniciar con quimioterapias para combatir este mal”, agregó.
“Me realicé más estudios para tener un historial y saber el inicio y cómo terminarlo, con el objetivo de ver el progreso de las quimioterapias al finalizar cada ciclo.
“El 18 de enero, una vez con los estudios obtenidos, inició mi primer ciclo de quimioterapia en Cancún, con un costo de 25 mil pesos.
“Gracias a la ayuda de familiares, amigos, conocidos y la gente que nos ha apoyado, hemos podido salir adelante. Sin ellos no lo estaría logrando, y gracias a las donaciones y rifas sin recibir nada a cambio”, compartió.
Comparte que hasta la fecha lleva tres sesiones de quimioterapias y muchos estudios realizados, y espera “los resultados del progreso para ver si voy a tener que ser sometido a quirófano y retirar residuos, ya sea de pulmones, hígado o columna, para ser sometido a una cuarta sesión de quimioterapia”.
“Doy las gracias a este medio por brindarnos un espacio y así dar a conocer nuestra situación para la siguiente colecta con causa, para pagar la cirugía y demás quimioterapias”, concluye Oxte, paciente y luchador de esta enfermedad que es muy difícil, pero no imposible.