AMLO, el golpista

El despilfarro va

A la manera de Ignacio Comonfort, quien en 1857 desconoció la Constitución por él jurada convirtiéndose en el primer presidente en la historia al darse un autogolpe de Estado, el señor Andrés Manuel, o López IV para situarnos dentro de lo caduco de su régimen, ha optado por intentar desconocer al Poder Judicial y entrometerse en el Legislativo dándole “línea” a sus senadores -los de Morena y el PT- para convertirlos en legisladores escurridizos por no poder confrontar una legítima protesta de la oposición que indignada por su iniciativa para destazar al INAI, tomaron la tribuna y el presídium no sin antes recibir manotazos y jaloneos por parte de los impostores de Morena. Ahora aprueban todo, la Ley de Amnistía y la de Pensiones.

Fuimos testigo, hace más de un año, de cómo el cobarde senador morenista, César Gravioto, al darle dos manotazos a su par, la senadora panista Guadalupe Saldaña y a otros legisladores al tratar estos de levantar una manta en la que protestaban, con justeza, por la inminente desaparición del INAI -Instituto Nacional de Acceso a la Información- en una sesión francamente atípica y fuera de control.

Para responder a los opositores -no adversarios sino enemigos del mandante en turno-, los legisladores del gobierno decidieron sesionar en la sede alterna del cuerpo colegiado, sita en la calle Xicoténcatl en la CDMX, pero les ganó el ímpetu de la también senadora Xóchitl Gálvez quien, en bicicleta para esquivar el cierre del Zócalo y rutas alternas debido a un concierto de la empresa Diversiones Sheinbaum “Es Claudia”, que colmaban los espacios en torno a una cancionera llamada “Rosalía” caracterizada por sus frases extravagantes con las que incluso infamó a la bandera con su exitosa sentencia “Motomamis”. Tiempos de locos.

En fin, la señora Gálvez llegó a la otra sede antes que sus pares de Morena y decidió encadenarse a la silla de la Presidencia del Senado al observar que ya estaba el recinto listo para la parodia pero sin nadie que ocupara los escaños “B”. Desde luego, en vivo, dio sus razones: “seré una contra los arrastrados de Morena”. Y allí permaneció mientras sus correligionarios mantenían su “plantón” en el recinto de Reforma en donde ya no se puede fumar mariguana en sus alrededores como propuso la legisladora suplente y cómica de la legua, Jesusa Rodríguez, a quien Panamá negó el beneplácito como embajadora de México... y nos la devolvieron.

El Senado fue tomado por la intransigencia de AMLO que no acepta decisión democrática alguna que no parta del Palacio Nacional ni sea hechura de él mismo. En este caso, insistió en que el INAI, el de la fallida transparencia ofrecida y ahora cancelada por el pseudo dictador que estuvo vigente con sus predecesores, fue desarticulado y desaparecido para alcanzar así con ello, y contra la lógica más elemental, alcanzar su “mundo ideal”.

Un mundo, desde luego en el cual se suprima la libre expresión, los contrapesos al Ejecutivo a cambio de exaltar la opacidad en las funciones públicas como ha sido su condición innata desde su asunción a la Presidencia. Hoy su autoridad moral, exaltada por 30 millones de votantes a quienes engañó, no es sino residuos de la peor administración federal de la historia.

Lo peor está por venir. Llegamos al punto de que se ha puesto en riesgo la vigencia y prolongación de dos de los tres poderes que conforman la Unión para beneficio de uno solo, precisamente el Ejecutivo en vías de convertir “su” democracia en un moderno Maximato con alguna de sus marionetas que gastan, a manos llenas, los presupuestos puestos en sus manos. Jamás el latrocinio había llegado a los niveles del presente ni el cinismo había rebasado, como hoy, los lindes hasta de las inteligencias menos formadas por la cultura elemental.

México ya es un despojo. Y esto no puede ser perdonado superficialmente.

La Anécdota

Para el mandante todo es cuestión de atraer dinero para luego despilfarrarlo en cuestiones inútiles, obras de difícil operación o no terminados y sueños utópicos de un bienestar que ya nos sale bastante caro. No hay saldo a favor cuando solo le restan diecisiete meses de su infructuoso período. Así con las Afores.

Es evidente que las cuentas saldrán muy alteradas y peores que las rendidas por cualquiera de sus corruptos predecesores; le salió mal el juego a AMLO porque, desde luego, en materia de inmoralidades las suyas son las peores de la historia, incluso en el espacio personal, sin discreción alguna y con evidente desvergüenza. Digamos que es un par del señalado Juan Carlos de Borbón, en España, en sus peores momentos. Por algo este monarca llamaba a su yate “El Bribón”, así como López IV bautizó a su rancho como “La Chingada”, un ejemplo fiel de sus dueños con visas de faraones y no como los estrategas de Tayikistán, dentro de la zona de influencia rusa, que se beneficiaron con la desesperada oferta de Andrés para rematar, perdiendo, el célebre avión presidencial que ya no está en territorio nacional. ¡No hubo otra rifa ni jamás se alquiló para evento alguno, sean bodas, quinceaños y bautizos! Nos volvieron a saquear, diría como final grotesco, López Portillo, uno de los exmandatarios que formaban número en las filas de la CIA junto a López Mateos, Díaz Ordaz y Luis Echeverría. Todo ha sido como un cuento de brujas ruines.

Y después los neoliberales que también se entregaron a USA como Miguel de la Madrid, el más gris, quien fue la ficha clave para desalentar la posibilidad de crear un organismo latinoamericano para defenderse, en bloque, de los acreedores y agiotistas de USA, sobre todo. Pero nada, lo aseguro, peor que la ruindad del farsante que habita el Palacio Nacional sin la menor conciencia patriótica y priorizando su salida con todo y salida en andas.

loretdemola.rafael@yahoo.com