Vaya relajo con el que acabó el Foro Sindical Internacional Jovel, organizado por la Confederación de Trabajadores y Sindicatos de México del 13 al 17 de este mes con la participación de representantes sindicales de más de 20 países.

Se supone que era un evento muy importante, pues asistieron los dirigentes y altos mandos de la Unión Internacional Sindical (IUS, por sus siglas en inglés), que agrupa a sindicatos de todo el mundo.

De hecho, acudieron su presidente, el portugués Artur Sequeira y el secretario general, Zola Zaphetha, de origen sudafricano, además de que participó como invitada Aleida Guevara, hija del mítico guerrillero argentino, Ernesto “el Che” Guevara.

Sin embargo, algo pasó con la parte logística durante los trabajos que el foro terminó dividido y con acusaciones graves sobre acoso sexual en contra de integrantes de la UIS.

Otro punto que provocó la división fue que el alcalde de San Cristóbal, Mariano Díaz Ochoa, pagó el hotel y la alimentación de la delegación de la UIS cuando el acuerdo era que los gastos los sufragara el Sindicato Independiente de Trabajadores del Ayuntamiento que dirige Elia Vázquez Herrera.

La dirigente argumentó que el alcalde “tiene la obligación de aportar como ciudadano y mandatario del pueblo a las personas que vengan a San Cristóbal. Él tiene la obligación de apoyar”.

Óscar Solórzano Méndez, secretario general de la Confederación de Trabajadores y Sindicatos de México, organizadora de la reunión, dijo que el acuerdo era que el sindicato sufragara los gastos, al tiempo de recordar que en julio de 2022 cuando los integrantes del sindicato que encabeza Elia Vázquez fueron agredidos con gases lacrimógenos, denunciaron públicamente al presidente de San Cristóbal en un encuentro en La Habana, Cuba, por lo que ahora no podían aceptar que pagara la estancia de una parte de los asistentes.

Otra cosa que incrementó las tensiones fue el hecho de que aprovechando el foro, el sindicato permitió que Polo Morales, quien busca la candidatura del Partido del Trabajo a la alcaldía de San Cristóbal y amigo íntimo, sobre todo de negocios, de Díaz Ochoa, se apareciera y colocara en primera fila durante el foro.

Incluso estuvo buscando desesperadamente tomarse una fotografía con la hija del “Che” Guevara, pero obviamente no lo logró porque los organizadores y ella misma tenían claras sus intenciones.

Ahora cuadran las cosas: Mariano Díaz pagó los gastos con la condición de que Polo hasta hace poco oficial mayor en el Ayuntamiento se hiciera el aparecido y tuviera un fotografía para publicitarse, pues no levanta su precandidatura.

Total, que al final hubo un tremendo desencuentro entre los sindicalistas asistentes, y la Confederación de Trabajadores y Sindicatos de México que aglutina a 318 sindicatos con un total de 150 mil afiliados, terminó rompiendo con la UIS, a la que apenas en noviembre había ingresado, cuando esa federación —la más antigua del mundo— existe desde hace 76 años.

Si las cosas son como las expusieron los dirigentes, tiene razón la Confederación de Trabajadores y Sindicatos de México en haber roto con la UIS y tomado esa posición respecto al Sindicato Independiente (¿independiente de qué?, es la pregunta) de Trabajadores del Municipio de San Cristóbal.

A propósito de la presencia de Aleida Guevara en San Cristóbal, algunas personas se quejaron de que se mostró no muy amable cuando le solicitaron tomarse fotografías con ella, pero el argumento de los organizadores fue que tampoco concedió entrevistas porque quería evitar usar la imagen de su padre para promocionarse. Se entiende que busque mantener un bajo perfil.

Picotazos. Aunque al concluir el sexenio su relación va a terminar mal con los padres de familia de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre de 2014, el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene la oportunidad de dejar un buen precedente con el asesinato de otro alumno de esa institución, Yanqui Kothan Gómez Peralta, ocurrido la semana antepasada en Chilpancingo, Guerrero, a manos de policías estatales. Aunque parecía no haber elementos suficientes, el presidente ordenó de inmediato que la Fiscalía General de la República atrajera el caso. Unos días después el mandatario afirmó que hubo un intento de fabricar hechos que no correspondían a la realidad. Es decir, si las investigaciones hubieran quedado a cargo de la Fiscalía local, probablemente el resultado sería otro. Por lo pronto, su postura ha ocasionado en buena medida la renuncia de los secretarios de Seguridad Pública, general brigadier Rolando Solano Rivera, y de Gobierno, Ludwing Marcial Reynoso Núñez, además de que la gobernadora Evely Salgado solicitó la remoción de la fiscal Sandra Luz Valdovinos, quien, por cierto, expresó su decisión de mantenerse en el cargo. Si finalmente se actúa con pulcritud y se castiga a los responsables, se dará un ejemplo de cómo se aplica la justicia. Si el caso de los 43 es un batidero, cuando menos este que quede limpio y libre de toda sospecha. Guerrero, a propósito, está hundido en la violencia y la descomposición que parece no tener límites. Lo peor es que no se ve por dónde regresará la paz y la tranquilidad a ese estado, uno de los más pobres del país. ¿Tienen que ver la pobreza y la marginación en todo lo que pasa? Seguramente que sí… Las dos candidatas presidenciales y sus respectivos equipos andan a la caza de las pifias declarativas para restregárselas una a la otra en la primera oportunidad. La que más resbala por falta de tablas o de preparación, es la abanderada de la derecha, Xóchitl Gálvez. Apenas el fin de semana dijo que “Tijuana no es nada bonito como Cancún”. Puede ser que no sea una ciudad bonita, pero alguien que aspira a dirigir los destinos del país no debería de decirlo. Tratándose del lugar en el que uno nació y creció se dirá siempre que es el más bonito, aunque no lo sea, claro.