Es Fabiola Ricci.

Ya se sabía. No hubo sorpresa. Como muchas veces se dijo en esta Rotonda Pública, estaba claro que la candidatura de Morena para la alcaldía de San Cristóbal de Las Casas se decidiría entre Fabiola Ricci Diestel y Juan Salvador Camacho Velasco.

Sólo faltaba saber quién iría por la silla municipal y quién por una curul en el Congreso del estado. Finalmente, desde allá arriba -ya se sabe que las encuestas son sólo un pretexto para designar a la persona elegida- se decidió que Fabiola sea la abanderada a la presidencia municipal y Juan Salvador busque la diputación.

Si ya había algún acuerdo cupular amarrado y en el camino se fue rompiendo, es algo que sólo los involucrados directamente conocen, pues según el equipo de Camacho Velasco “se torcieron” las cosas.

Fabiola es diputada con licencia y Juan Salvador quedó en segundo lugar en las elecciones de 2021, aunque a algunas personas les quedó la percepción de que se la robaron en la mesa, pues fueron los tribunales los que le dieron la cuestionada victoria al actual alcalde Mariano Díaz Ochoa, para que antes de concluir su administración viniera a renunciar al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) que lo postuló.

Ya se había dicho en entregas anteriores de esta Rotonda Pública que él fincaba sus esperanzas de amarrar la candidatura de Morena en la dirigencia nacional del partido y sus relaciones de alto nivel en la Ciudad de México, mientras que ella está agarrada de poderes estatales actuales y futuros, que, todo indica, se impusieron a los nacionales.

Fabiola, que ya fue regidora y diputada, proviene de una familia panista que sabiendo lo que se venía renunció en días pasados al PAN para evitar que la ahora abanderada morenista fuera blanco de críticas por aquello de los chapulines. Juan Salvador tampoco ha sido morenista todo el tiempo, pues poco antes de las elecciones de 2028 renunció al PVEM, por el que fue regidor y diputado.

Si las cosas ya no se mueven y ellos dos quedan finalmente en las boletas se repetirá la historia de las elecciones anteriores cuando él hizo campaña por la alcaldía y ella por la diputación: cada uno irá por su lado y se profundizará la división interna.

¿Esto representa algún riesgo para el triunfo de uno de ellos o de ambos? Eso se verá el 2 de junio. También se verá si en el fondo hay alguna estrategia para que alguno de ellos pierda y hacer ganar a alguien de otro partido. En política nunca se sabe.

Fabiola ha sido criticada por su presunta cercanía con líderes de algunos grupos de los llamados motonetos, responsables de la creciente inseguridad en San Cristóbal de Las Casas, no sólo por las acciones que ha realizado, sino porque su asesor, Sergio Natarén formó parte del equipo cercano del alcalde, Marco Antonio Cancino González, del PVEM, a quien se le atribuye en buena medida la creación o cuando menos en ese trienio se descararon.

Esa es una de las principales preocupaciones de varios sectores de la sociedad coleta que en este trienio ha sufrido un incremento en la inseguridad en la ciudad, aunque, hay que decirlo, últimamente ha habido cierta tranquilidad.

A la división interna generada por el nombramiento de Fabiola como candidata a la alcaldía (si hubiera sido Juan Salvador el elegido sería exactamente lo mismo; son equipos y proyectos distintos), se sumará probablemente el descontento de los otros aspirantes internos, que no son pocos.

Mientras se empiezan a ver las reacciones internas en Morena, en la tienda de enfrente, el Frente formado por los partidos PRI, PAN y PRD están por definir a su abanderado a la alcaldía de San Cristóbal.

Sólo hay dos contendientes: el ex alcalde Francisco Martínez Pedrero (priísta) y Carlos Morales Vázquez (ciudadano). Quién sabe si habrá que tomarlo como una señal política o mejor lo dejamos pasar: Este último apareció ayer junto a Olga Luz Espinosa Morales, cuando acudió al Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) a registrar su candidatura a la gubernatura por el frente opositor.

Da la impresión de que en el caso de Tuxtla Gutiérrez las cosas son diferentes porque Ángel Torres Culebro estaba mejor posicionado para ganar la candidatura a la alcaldía, lo que, desde luego, no significa que los perdedores queden contentos.

De los otros partidos no hay mucho qué esperar, aunque habrá que ver a quiénes registran en la boleta. Más de alguno estaría dispuesto a tirar bastante dinero con tal de ganar.

A nivel nacional, la candidata morenista, Claudia Sheinbaum tuvo un fin de semana más que satisfactorio, ya que el 18 acompañó a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano a la guardia de honor en memoria de su padre, el general Lázaro Cárdenas, en el Monumento a la Revolución de la Ciudad de México. En ese acto se conmemoró la expropiación petrolera. Fue sin duda, un gran apoyo para la abanderada porque el ingeniero está distanciado del presidente Andrés Manuel López Obrador. Ambos son los dos principales líderes de izquierda en México.

El acto adquirió un significado especial porque el apoyo de Cárdenas supone una coincidencia con las bases de la política energética de Sheinbaum, justo cuando la candidata opositora, Xóchitl Gálvez habla de privatizar Pemex o cerrar refinerías.

Por si fuera poco, el diario Reforma, opositor a la llamada Cuarta Transformación, publicó el martes una encuesta que le da a Sheinbaum una ventaja de 24 puntos sobre Xóchitl, algo muy difícil de remontar en los dos meses y medio que quedan de campañas políticas. No sólo eso,  en ese sondeo, que a muchos les pareció muy extraño, resultó que la popularidad de López Obrador creció un 73 por ciento.

¿Quién puede explicar cómo es esto posible después de una endemoniada campaña de la derecha nacional e internacional en su contra con la etiqueta de narcopresidente? ¿será que entre más lo atacan más se fortalece y fortalece a su candidata y casi segura sucesora? El tiempo lo dirá. Un caso digno de estudio. Fin