Fosas clandestinas

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer ayer un informe en el que se asienta que de 2007 a septiembre de 2016 se tienen reportes oficiales de la existencia de 855 fosas clandestinas en México, de las cuales fueron exhumados mil 548 cadáveres.

Es una cifra escandalosa que muestra el grado de descomposición que se vive en el país a causa principalmente de la guerra contra el narcotráfico, declarada en 2006 por el entonces presidente panista, Felipe Calderón Hinojosa, quien de ese forma pretendía legitimarse porque llegó al como resultado de una elección sumamente cuestionada, por decir lo menos.

Lo primero que piensa alguien vive que en otro país, y en México también, claro, al enterarse de una noticia como ésta, es que este país es casi casi un cementerio clandestino, porque, además, las anteriores seguramente no son todas fosas existentes en el territorio nacional, ya que se tienen reportes de 30 mil desaparecidos en los últimos años.

A lo anterior hay que agregar que las Procuradurías de Justicia de Coahuila, Colima, Nuevo León y Veracruz han exhumado y/o encontrado 35 mil 958 restos óseos.

La gran mayoría de casos (82.7 por ciento) de fosas clandestinas se concentra en los estados de Guerrero, Nuevo León, Veracruz, Zacatecas, Coahuila, Colima, San Luis Potosí, Durango, Jalisco y Sonora, algunos de los cuales padecen altos índices de hechos violentos, provocada por integrantes del crimen organizado.

A la mejor en México la cifra no ha sido valorada en su verdadera dimensión porque a fuerza de enterarse a diario de enfrentamientos,  muertos, heridos y desaparecidos, uno se va acostumbrando a esa situación como si fuera normal.

Lo anterior sólo ocurre en países en guerra, lo que significa, por si alguien lo dudaba, que México es un país en guerra que ha sufrido un baño de sangre en los últimos 10 años, a causa de la estrategia que echó a andar el panista Calderón, quien ahora pretende que su esposa, Margarita Zavala sea candidata a la presidencia de la República para que continúe la línea.

Dados los resultados de la estrategia de Calderón, es momento de preguntarse con responsabilidad si no ha llegado el momento de hacer un cambio y dejar de lado la estrategia belicosa y dar paso a otra forma de combate al crimen organizado.

Ahora que los principales partidos se preparan para nominar a su respectivo candidato a la presidencia de la República valdría la pena que en la conformación de su programa de gobierno, consideraran este elemento como uno de los puntos centrales porque el país no puede seguir con este derramamiento de sangre tan brutal.

Dada la magnitud de lo ocurrido en la última década, lo más probable es que en los meses y años por venir seguirán apareciendo cadáveres de hombres y mujeres, mexicanos casi todos, aunque también de extranjeros, principalmente migrantes centroamericanos que buscaban llegar a Estados Unidos en busca del llamado sueño americano.

Ojalá que quien gane la presidencia de la República el próximo año, dé un giro a la actual estrategia de guerra y busque otros caminos menos costosos humanamente en el combate a los grupos de la delincuencia organizada.

Picotazos

El ayuntamiento de San Cristóbal que preside Marco Antonio Cancino González no ha tenido más que comenzar a dar los pasos para tratar de cumplir con la resolución del juez de distrito de Amparo, José del Carmen Constantino Avendaño, que ha ordenado reponer la sesión del cabildo en la cual fue aprobado el inconstitucional reglamento interno el 24 de febrero del año pasado. Por más que ha tratado de darle la vuelta al asunto, no ha podido eludir el fallo porque evidentemente no lo ha cumplido. En esta ocasión ha empezado con el primer paso: convocar a la sesión del cabildo por lo menos tres días antes como marca la ley. Claro, ello no significa que en la reunión, privada por cierto, no pública, programada para el lunes próximo se vayan a corregir todas las fallas, es decir, no se sabe si la propuesta de reglamento será analizado y discutido como marca la ley antes de ser aprobado. Carlos Herrera, regidor de Morena, ha considerado que no se ha cumplido con el análisis ni deliberación y que lo más probable es que el alcalde trate de imponer nuevamente el lunes el reglamento con el respaldo de los regidores y la síndica afines. Todos estos reveses jurídicos en contra de Cancino González han sido ganados por la regidora de Morena, Jerónima Toledo Villalobos, quien ganó un juicio de amparo que obliga al ayuntamiento a reponer el proceso de aprobación del reglamento interno. Y más le vale al presidente municipal cumplir a cabalidad la resolución porque de lo contrario el juez le estará tirando los acuerdos como ha sucedido hasta ahora. Queda la duda de si los acuerdos tomados por el cabildo en las anteriores sesiones con base en el reglamento que el juez ha mandado a corregir son válidas o no. Si no lo fueran, el ayuntamiento estará metido en un gran problema porque muchos de ellos ya fueron ejecutados. Habrá que ver en qué termina esta telenovela… Otra que tiene que ver con San Cristóbal: El Órgano Superior de Fiscalización del Congreso del Estado informó que investigará quién filtró los datos de una o dos auditorías hechas a la pasada administración municipal coleta y que castigará al o a los responsables de tal filtración. No tiene que buscar mucho porque es claro que los documentos salieron del ayuntamiento que fue notificado de las mencionadas auditorías. Es más, el contralor municipal Carlos Enrique Avendaño Nagaya acudió a un noticiero radiofónico local para dar a conocer la información. Más claro, ni el agua. Fin.