Luis, su historia
A sangre y fuego
Le rezaron a Dios…
¿Dónde jugarán los niños?
Cabello lacio, corto, para sus 14 años Luis tiene un percentil de estatura dentro de lo normal, ya que mide 1.60 centímetros. Atrás de ese pasamontañas que cubre su rostro hay unos ojos hermosos de un negro profundo, pero tristes. Y los ojos son espejo del alma. ¿Por qué no está en el colegio como cualquier otro chico?
Su vello púbico ha de ser escaso. Sin embargo, con sus dos manos delgadas empuña un fusil R-15. Viste playera verde olivo, cuello ovalado, abajo trae una sudadera negra. Pantalón de mezclilla. Usa tenis.
Él, y otros 15 de su misma edad, conforman “un ejército civil” en el pueblo de Ayahualtempa, en las montañas de Guerrero, un estado donde la deóntica jurídica hace mucho tiempo se fue de vacaciones. No hay gobierno.
Los papás armaron a sus hijos para defenderse de la delincuencia. Le rezaron a Dios y cuando Dios no los escuchó, cuentan, entonces tomaron el acuerdo de enfrentar a los forajidos que amenazan a su comunidad. A sangre y fuego.
El reclutamiento forzado de la niñez se ha generalizado desde la declaración de guerra del gobierno federal contra el crimen organizado, casi al finalizar 2006. Esa locura de Calderón costó cien mil muertos y la tomó, quizá, asesorado por “el señor bacachá”.
Esta violación de derechos humanos sigue sin ser tipificada como delito, permitiendo su continuación e impunidad. El de Ponchis, el niño sicario, es otro caso que muestra no un cuento de hadas, sino la cruda realidad de un país atormentado por el salvajismo en las calles.
La seducción
La organización Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe ha iniciado una inspiradora y poderosa campaña en México para la protección de los niños y la tipificación del reclutamiento forzado como delito.
Datos de Unicef consideran que en este país, jóvenes de entre 12 y 17 años caen seducidos por bandas criminales; la mayoría proviene de hogares disfuncionales, esos en donde se normalizan golpes, abusos, drogas y alcohol.
Tejiendo Redes suplica a la ciudadanía, agrupaciones y personas defensoras de derechos humanos a demandar la protección inmediata de la niñez y tipificar el reclutamiento forzado como delito.
Exige crear un programa nacional de prevención en las comunidades a través de procesos de construcción de paz y lucha contra la impunidad, ésta es madre de todos los males que ha dañado a México.
Quince años
Durante más de tres lustros, el reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes en México ha sido ampliamente documentado. Las comunidades indígenas y municipios alejados de las grandes ciudades son especialmente afectados.
Los obligan a unirse a grupos armados desde informantes, traficantes o sicariato, enfrentando horrores y siendo esclavizada toda su puericia. A los 14 años yo jugaba fútbol en el barrio San Francisco de Tuxtla, cuando no se conocía el pavimento urbano.
Ese hecho no solo arruina las vidas de la niñez agraviada, sino que también los convierte en perpetradores de violencia y criminalidad afectando a sus propias comunidades. Allá cambiaron los smartphones por metralletas.
La ausencia de una legislación específica que tipifique este crimen como delito permite que los culpables actúen con impunidad y vayan ensanchando su predominio.
El Congreso de la Unión y autoridades regionales deben actuar de inmediato cumpliendo con sus obligaciones legales, prevenir y atender el reclutamiento forzado de niñas, niños y personas jóvenes.
¿Qué hacer?
Urge desarrollar una estrategia vinculada a las comunidades con la participación municipal, organizaciones sociales y el acompañamiento de entes internacionales como la ONUDH y CIDH.
Investigar las redes de protección a los gánsteres y seguir la ruta del dinero para encontrar a los beneficiarios de la economía criminal que azota a varios estados del país. Están camuflados de todo, incluso llegan a la iglesia a dejar jugosos donativos.
Al Capone era un sicópata sediento de sangre que despreciaba a la ley, pero también asistía a misa.
El Congreso de la Unión debe crear una comisión bicameral para concluir el estudio de las iniciativas de ley presentadas y construir un dictamen que incorpore:
1. Tipificación del reclutamiento forzado de la niñez como delito en el Código Penal, en los términos solicitados por el Comité de Derechos del Niño y la CIDH.
2. Implementar políticas públicas para prevenir y sancionar el reclutamiento forzado. 3. Protección, programa nacional de desvinculación y asistencia integral a las víctimas de este crimen.
Guarros
Diputados y senadores ¿en dónde están, por Dios? Ah, sí, en debates guarros insustanciales para los mexicanos. Si a usted le llega a su correo electrónico una petición de Tejiendo Redes vía Change.Org., fírmela, por favor. Porque,
“¿Dónde diablos jugarán
Los pobres niños?
Se está pudriendo el mundo
Ya no hay lugar”.