Acicalar a la muerte, una técnica de preservación

“Cuando muera quiero que me recuerdes con alegría, sin llanto que me hables normalmente, sin susurros, sin frases entrecortadas, sin largas pausas, claramente como si estuviera frente a ti sin guardar silencio”, menciona un fragmento poético alusivo a la muerte que nos recuerda que la vida puede ser un pedazo de tiempo enloquecido donde en un inesperado instante o en un momento provocado, el corazón deja de latir y la sangre se espesa. La luz se apaga definitivamente. Hablar de la muerte cuesta trabajo, ya que nadie está preparado para afrontar la pérdida de un ser querido y mucho menos dejarlo ir, pero una vez que esto sucede, el cuerpo debe de tener un trato digno antes de entrar al “paraíso de Dios”. Al respecto, esta casa editorial documentó una de las prácticas que utilizaban en el antiguo Egipto, pero que hoy en día el proceso y la técnica no son los mismos, se trata del embalsamamiento. El cuerpo llega a manos de Marcela y Perla Díaz Carachure, embalsamadoras certificadas en Chiapas, quienes tienen