ADVC: puentes de conservación y desarrollo

En el sureste mexicano, ejidos y comunidades están transformando la protección ambiental mediante las Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC), un modelo que combina autonomía local con respaldo institucional. Pavel Palacios, director regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), explicó en entrevista cómo este esquema certifica territorios gestionados por sus dueños, bajo marcos legales federales, para crear corredores ecológicos estratégicos. Las ADVC son acuerdos voluntarios donde comunidades deciden conservar parte de sus tierras a cambio de certificación federal, sin ceder la propiedad. “Ellos establecen una estrategia de manejo sustentable, y la Conanp emite un certificado que reconoce el área como protegida, con vigencia desde 15 hasta 99 años”, detalló Palacios. A diferencia de los decretos tradicionales, este modelo permite a los propietarios mantener actividades como agricultura sostenible o ecoturismo, siempre que no dañen el ecosistema. Las comunidades