Santiago, hijo de Diana, tenía 4 años cuando padeció acoso escolar por primera vez en una guardería de Tuxtla Gutiérrez. Un niño de su misma edad lo golpeaba, hostigaba y amenazaba todos los días. El problema se agravó cuando Santiago comenzó a tener resistencia para ir y entrar a la escuela; hacía berrinches, pateaba a las profesoras y nadie entendía por qué. La dirección y el área de psicología de la guardería decidieron expulsarlo un mes porque consideraron que se trataba de un problema de violencia familiar. Cuando el menor de edad fue atendido por un psicólogo particular, su madre se percató del acoso escolar que el niño de 4 años padeció durante meses, además de la revictimización de la dirección, psicóloga y profesoras de la institución. Aunque Santiago continúa en terapias, Diana relató a la editorial Cuarto Poder que su hijo aún tiene dificultades para confiar en otras personas y relacionarse con niños de su edad, “mi hijo se ha vuelto a topar con esos problemas, pero nos damos cuenta rápido e i
Aumento de acoso escolar por violencia replicada
Santiago, hijo de Diana, tenía 4 años cuando padeció acoso escolar por primera vez en una guardería de Tuxtla Gutiérrez. Un niño de su misma edad lo golpeaba, hostigaba y amenazaba todos los días. El problema se agravó cuando Santiago comenzó a tener resistencia para ir y entrar a la escuela; hacía berrinches, pateaba a las profesoras y nadie entendía por qué. La dirección y el área de psicología de la guardería decidieron expulsarlo un mes porque consideraron que se trataba de un problema de violencia familiar. Cuando el menor de edad fue atendido por un psicólogo particular, su madre se percató del acoso escolar que el niño de 4 años padeció durante meses, además de la revictimización de la dirección, psicóloga y profesoras de la institución. Aunque Santiago continúa en terapias, Diana relató a la editorial Cuarto Poder que su hijo aún tiene dificultades para confiar en otras personas y relacionarse con niños de su edad, “mi hijo se ha vuelto a topar con esos problemas, pero nos damos cuenta rápido e i