Baile de plaza: una danza milenaria

El sol está en su punto más alto: son las 12 del día. El grupo de tamborileros avanza haciendo eco en el ambiente, custodiando a los enlistonados, al Caballo, al Mahoma de cochi, al Goliat; se dirigen a la plaza de San Bernabé para comenzar con la danza milenaria: una mezcla de la cultura árabe, española y zoque. Ofrenda Se trata de una ofrenda en honor al sol para pedir por las buenas cosechas, las abundantes lluvias y sobre todo, buena suerte en el combate entre el David y el Goliat. Dicen que si el Caballo con su látigo logra derribar al Mahoma, significa mal augurio para el pueblo. Por fortuna, este no cedió a los golpes esta vez. Lo que es una buena señal para Coita. El tambor y el pito comienzan a entonar con toda su fuerza los sones transmitidos de generación en generación. Y los danzantes ejecutan sus pasos con maestría haciendo sonar sus cascabeles atados a sus pies. En el otro costado de la iglesia, el cazador con los tigres libran una batalla a muerte por los monitos. Todas las generaciones partic