“Baile del torito”: una sátira a los españoles

En Copoya existe un día —en el mes de mayo— cuando habitantes de esa delegación realizan una danza particular; niños y hombres con la cara pintada de negro recorren las calles en honor a la Santa Cruz. De acuerdo con Francisco Cruz, este baile es una sátira a los españoles y está siendo rescatado como parte de un proyecto cultural. Cerca de las ocho de la mañana se reúnen en el domicilio de la persona a cargo de la danza, se sientan alrededor de una mesa alargada y desayunan, juntos previo a su recorrido. Después de los alimentos, los niños y demás personas se ponen su saco, para luego pintarse el rostro de negro con el tizne de una olla de barro fusionado con manteca. Una vez pintados, dos niños se colocan los toritos, los demás comienzan a torearlos al ritmo del tambor y pito simulando atrapar a un toro de verdad que se ha escapado. “Es una danza de negros esclavos que se roban un toro y lo salen a vender; es ahí donde hace el relajo, porque ofrecen al toro en las casas que se llegan a visitar como parte de