Comunidad católica celebra “Domingo de Ramos”

“Hemos concluido el tiempo litúrgico de la Cuaresma, y ahora disponemos nuestro corazón y la vida para acompañar a nuestro Señor en su misterio pascual”, expresó monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de San Cristóbal de Las Casas y administrador apostólico de la Arquidiócesis de Tuxtla.  “En la liturgia de este ‘Domingo de Ramos’ encontramos un gran contraste: por una parte, la procesión con las palmas, que rememoran la entrada de Jesus a Jerusalén, y [por otra] la aclamación popular, reconociéndolo como ‘hijo de David’… Es, pues, la alegría y el júbilo”, añadió. A decir de Aguilar Martínez, tomando como base la lectura del “evangelio de la pasión”, en especial en el centro de la narrativa, que es a donde quiere dirigir la mirada y la reflexión, nos encontramos a un Jesús que se experimenta solo, abandonado. “En todo su ministerio, Jesús estuvo sostenido por una certeza: la cercanía del [Dios] Padre. Pero ahora sucede lo impensable, antes de morir grita: ‘¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?’