Más de tres mil integrantes de pueblos originarios pertenecientes al Congreso Nacional Indígena (CNI) y al Consejo Indígena de Gobierno (CIG), marcharon en esta ciudad para conmemorar el centenario del asesinato de Emiliano Zapata y rechazar los megaproyectos del gobierno federal. Durante un mitin en la plaza catedral, afirmaron que “el mal gobierno de estos tiempos con Andrés Manuel López Obrador también trae mentiras, desprecio, discriminación, inseguridad, amenazas, violencia, represión, torturas, esclavitud y muerte a nuestros pueblos”. Agregaron que el plan de desarrollo del presidente “trae despojo y destrucción de nuestros territorios”, con proyectos como el Tren Maya, que “no pasará cueste lo que cueste”. En un pronunciamiento manifestaron que “quienes se vistieron de izquierda sólo han utilizado máscaras de buenas caras, pero de muy malas intenciones. Usan ropa de otros colores y se hacen llamar con otros nombres, pero a los pueblos originarios en lucha y resistencia no nos engañan, pues son los mimo
Con marcha, rechazan megaproyectos
Más de tres mil integrantes de pueblos originarios pertenecientes al Congreso Nacional Indígena (CNI) y al Consejo Indígena de Gobierno (CIG), marcharon en esta ciudad para conmemorar el centenario del asesinato de Emiliano Zapata y rechazar los megaproyectos del gobierno federal. Durante un mitin en la plaza catedral, afirmaron que “el mal gobierno de estos tiempos con Andrés Manuel López Obrador también trae mentiras, desprecio, discriminación, inseguridad, amenazas, violencia, represión, torturas, esclavitud y muerte a nuestros pueblos”. Agregaron que el plan de desarrollo del presidente “trae despojo y destrucción de nuestros territorios”, con proyectos como el Tren Maya, que “no pasará cueste lo que cueste”. En un pronunciamiento manifestaron que “quienes se vistieron de izquierda sólo han utilizado máscaras de buenas caras, pero de muy malas intenciones. Usan ropa de otros colores y se hacen llamar con otros nombres, pero a los pueblos originarios en lucha y resistencia no nos engañan, pues son los mimo