“Durante la cuaresma, Dios infinitamente sabio y misericordioso, a través de la Iglesia nos ofrece estos días de gracia para favorecer un encuentro profundo con él y con los hermanos”, sostuvo monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de San Cristóbal de Las Casas, administrador apostólico de Tuxtla Gutiérrez. “Estamos en el tiempo litúrgico de la cuaresma”, por lo que cita: “No echemos su gracia en saco roto, como nos exhorta san Pablo, este tiempo de conversiones propicio para renovar nuestra fe, para saciar nuestra fe con el agua viva de la esperanza, de tal manera que podamos recibir con el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas en Cristo. El miércoles de ceniza reflexionábamos a la luz de la enseñanza de Jesús, que el ayuno la oración y la limosna son las condiciones y la expresión de nuestra conversión, la vía de la pobreza y de la privación del ayuno, la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido, la limosna y el diálogo filial con el Padre, la oración nos perm
Cuaresma nos ofrece un encuentro con Dios
“Durante la cuaresma, Dios infinitamente sabio y misericordioso, a través de la Iglesia nos ofrece estos días de gracia para favorecer un encuentro profundo con él y con los hermanos”, sostuvo monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de San Cristóbal de Las Casas, administrador apostólico de Tuxtla Gutiérrez. “Estamos en el tiempo litúrgico de la cuaresma”, por lo que cita: “No echemos su gracia en saco roto, como nos exhorta san Pablo, este tiempo de conversiones propicio para renovar nuestra fe, para saciar nuestra fe con el agua viva de la esperanza, de tal manera que podamos recibir con el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas en Cristo. El miércoles de ceniza reflexionábamos a la luz de la enseñanza de Jesús, que el ayuno la oración y la limosna son las condiciones y la expresión de nuestra conversión, la vía de la pobreza y de la privación del ayuno, la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido, la limosna y el diálogo filial con el Padre, la oración nos perm