Documentan explosiones demográficas de pez diablo

Desde que llegó el pez diablo a la cuenca del Usumacinta, hace poco más de 16 años, causó tal revuelo que los pescadores le temían y pensaban que todo se había acabado, pues de la noche a la mañana pasó a ser la principal especie en sus redes de pesca. Algunas estimaciones han calculado que de cada 10 peces, entre ocho y nueve son pez diablo. Debido a lo anterior, se presentó la investigación “El impacto del pez diablo en la región Usumacinta en Tabasco y Chiapas”, realizada por la asociación civil Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta (Cobius), El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT). Se trata de un trabajo de cuatro años que documenta los daños ecológicos y económicos que ha generado esta especie al ecosistema invadido. “Los resultados actuales del proyecto contemplan que la calidad del agua en el río Usumacinta, en los sitios donde se captura el pez diablo, es de calidad baja a media, según datos físicos-químicos del agua; de igual forma, la calid