El sonido de la marimba y la música folclórica inundan las calles de Ocozocoautla de Espinosa. Una nube blanca de harina y talco se alza en el aire mientras los gritos de “¡jule, jule!” resuenan entre la multitud. Es el Carnaval Zoque Coiteco, una de las festividades más representativas de Chiapas, donde la tradición, el misticismo, y la alegría se entrelazan en una celebración única. El gobernador Eduardo Ramírez Aguilar se convirtió en un coiteco más. Ataviado como Mahoma de Natividad Goliat, una de las figuras más emblemáticas de la festividad, recorrió las calles de este Pueblo Mágico, acompañado de la señora Sofía Espinoza, familias locales y visitantes, todos envueltos en la atmósfera de colores, sonidos y simbolismos que caracterizan a esta festividad ancestral. Convivencia La algarabía es total: vestidos con sus trajes coloridos y llenos de historia, desfilan personajes que representan rostros humanos o animales, combinando máscaras, listones y accesorios; mientras las coitequitas y correlonas invitan
Eduardo Ramírez vive el Carnaval Zoque Coiteco
El sonido de la marimba y la música folclórica inundan las calles de Ocozocoautla de Espinosa. Una nube blanca de harina y talco se alza en el aire mientras los gritos de “¡jule, jule!” resuenan entre la multitud. Es el Carnaval Zoque Coiteco, una de las festividades más representativas de Chiapas, donde la tradición, el misticismo, y la alegría se entrelazan en una celebración única. El gobernador Eduardo Ramírez Aguilar se convirtió en un coiteco más. Ataviado como Mahoma de Natividad Goliat, una de las figuras más emblemáticas de la festividad, recorrió las calles de este Pueblo Mágico, acompañado de la señora Sofía Espinoza, familias locales y visitantes, todos envueltos en la atmósfera de colores, sonidos y simbolismos que caracterizan a esta festividad ancestral. Convivencia La algarabía es total: vestidos con sus trajes coloridos y llenos de historia, desfilan personajes que representan rostros humanos o animales, combinando máscaras, listones y accesorios; mientras las coitequitas y correlonas invitan