El arquitecto que tuvo el llamado de Dios

Emmanuel Alí Calleja García, originario de Oaxaca, desde muy joven sintió el llamado de Dios para integrarse a la vida religiosa, y aunque por un tiempo pensó que la decisión no era para él, dejó de lado una vida con éxito como arquitecto y una relación de pareja, para ahora ser ordenado diácono. Comparte que a pesar de que sus padres no eran tan allegados a la Iglesia católica, a él le gustaba acudir y desde los 15 años se integró a grupos juveniles. Al llegar a los 18 años debía tomar la difícil decisión de elegir entre una carrera profesional o dedicar su vida a Dios, pero pudo hacer un viaje a la República Checa y gracias a ello decidió que mejor trabajaría para poder viajar y conocer más lugares del mundo, así que ingresó a la carrera de Arquitectura. Al concluir sus estudios, junto con otros amigos comenzaron un despacho en el cual le comenzó a ir económicamente bien, pero sentía que le seguía llamando la atención la vida religiosa y cada vez le ilusionaba más. Al mismo tiempo que tenía una novia co