El Gigantillo cargaba un peso de kilo y medio. Gigantón, más de siete. El Venado, unos 12 kilos. Todos danzaron el Calalá durante más de una hora. Sobre los hombros de todos descansa el gran peso de la responsabilidad de preservar la cultura y tradición en Suchiapa, sede del 66 Congreso Nacional de Maestros de Danza Folclórica. Con puntualidad inglesa, los danzantes ingresaron al recinto del Santísimo Sacramento del Altar. Tras el breve rezo, los Tigres salieron al atrio, seguidos de los Chamulas que gritaban “jule jule”. La procesión llegó a la explanada frente a la Presidencia Municipal, desatando la algarabía de los presentes (más de 500), entre habitantes, visitantes nacionales y extranjeros (de Francia, Canadá y Estados Unidos). Los Tigres escondían su cola, levantaban el rostro y las garras. Los Chamulas golpeaban al Venado con sus garrotes. Gigantón y Gigantillo se mantenían cercanos, casi con el mismo paso. Tras 20 minutos de danza, con un derroche de energía, vino una pausa breve. Los Chamulas se hid
El Calalá, visto en escaparate internacional
El Gigantillo cargaba un peso de kilo y medio. Gigantón, más de siete. El Venado, unos 12 kilos. Todos danzaron el Calalá durante más de una hora. Sobre los hombros de todos descansa el gran peso de la responsabilidad de preservar la cultura y tradición en Suchiapa, sede del 66 Congreso Nacional de Maestros de Danza Folclórica. Con puntualidad inglesa, los danzantes ingresaron al recinto del Santísimo Sacramento del Altar. Tras el breve rezo, los Tigres salieron al atrio, seguidos de los Chamulas que gritaban “jule jule”. La procesión llegó a la explanada frente a la Presidencia Municipal, desatando la algarabía de los presentes (más de 500), entre habitantes, visitantes nacionales y extranjeros (de Francia, Canadá y Estados Unidos). Los Tigres escondían su cola, levantaban el rostro y las garras. Los Chamulas golpeaban al Venado con sus garrotes. Gigantón y Gigantillo se mantenían cercanos, casi con el mismo paso. Tras 20 minutos de danza, con un derroche de energía, vino una pausa breve. Los Chamulas se hid