Pedro Álvaro López, reconocido maestro de tae kwon do y de varias generaciones en esta disciplina de las artes marciales, dejó de existir la noche del lunes, víctima de un cáncer. Álvaro López, originario de Salto de Agua, Chiapas, radicó desde muy pequeño en San Cristóbal de Las Casas, donde fue maestro de muchas generaciones en las artes marciales. Sus amigos deportistas, entre otros sectores de la sociedad, lo recuerdan como un extraordinario ser humano y deportista De acuerdo con su biografía, inició su práctica de las artes marciales a los 16 años y obtuvo su cinta negra 1.er Dan, cuatro años después. A la fecha, Álvaro López había practicado 45 años esta disciplina marcial, obteniendo la cinta negra 8.º Dan. Su cuerpo estaba siendo velado desde las 8:00 horas de este martes en una conocida funeraria de San Cristóbal de Las Casas. Nancy Alegría, José Campusano, Jesús Omar Alfonso y Jorge Ruiz Cacho destacaron la gran calidad humana de Pedro Álvaro López, quien deja un legado para las nuevas generaciones
Fallece Pedro Álvaro, leyenda en el tae kwon do
Pedro Álvaro López, reconocido maestro de tae kwon do y de varias generaciones en esta disciplina de las artes marciales, dejó de existir la noche del lunes, víctima de un cáncer. Álvaro López, originario de Salto de Agua, Chiapas, radicó desde muy pequeño en San Cristóbal de Las Casas, donde fue maestro de muchas generaciones en las artes marciales. Sus amigos deportistas, entre otros sectores de la sociedad, lo recuerdan como un extraordinario ser humano y deportista De acuerdo con su biografía, inició su práctica de las artes marciales a los 16 años y obtuvo su cinta negra 1.er Dan, cuatro años después. A la fecha, Álvaro López había practicado 45 años esta disciplina marcial, obteniendo la cinta negra 8.º Dan. Su cuerpo estaba siendo velado desde las 8:00 horas de este martes en una conocida funeraria de San Cristóbal de Las Casas. Nancy Alegría, José Campusano, Jesús Omar Alfonso y Jorge Ruiz Cacho destacaron la gran calidad humana de Pedro Álvaro López, quien deja un legado para las nuevas generaciones