A los 16 años atendió su primer parto en un pequeño cuarto de su casa; ahora este espacio es testigo de los secretos de la vida. Veinte años después doña Irma Carpio Díaz mantiene viva una tradición milenaria que se extingue: la partería tradicional. A sus manos han llegado generaciones de berriozabalences, confiando en la sabiduría que ha ejercido durante tantos años. No solamente ha acumulado experiencia y técnica sino también un trato amoroso que define su oficio. Su inició en este arte fue por el destino familiar, la abuelita de su esposo fue quien la introdujo en el mundo de los partos. “Yo entraba a ayudarle a ella, a ver cómo iban a salir los bebecitos, cómo los iba a recibir y todo eso”, recuerda con claridad. Ese aprendizaje práctico y cercano se convirtió en su vocación que ejerció formalmente tras el fallecimiento de su mentora, momento en el que se “dio de alta” como partera. Sin embargo, el ejercicio de doña Irma no se queda únicamente en el conocimiento ancestral, también se ha preparado con cu
Irma Carpio: guardiana de la vida
A los 16 años atendió su primer parto en un pequeño cuarto de su casa; ahora este espacio es testigo de los secretos de la vida. Veinte años después doña Irma Carpio Díaz mantiene viva una tradición milenaria que se extingue: la partería tradicional. A sus manos han llegado generaciones de berriozabalences, confiando en la sabiduría que ha ejercido durante tantos años. No solamente ha acumulado experiencia y técnica sino también un trato amoroso que define su oficio. Su inició en este arte fue por el destino familiar, la abuelita de su esposo fue quien la introdujo en el mundo de los partos. “Yo entraba a ayudarle a ella, a ver cómo iban a salir los bebecitos, cómo los iba a recibir y todo eso”, recuerda con claridad. Ese aprendizaje práctico y cercano se convirtió en su vocación que ejerció formalmente tras el fallecimiento de su mentora, momento en el que se “dio de alta” como partera. Sin embargo, el ejercicio de doña Irma no se queda únicamente en el conocimiento ancestral, también se ha preparado con cu