La generación de creadores de pueblos originarios “a la que pertenezco, ha usado la palabra como un arma de lucha con nuestra historia, con la sociedad y con los problemas sociales que tenemos”, afirmó el escritor tsotsil, Mikel Ruiz. “Uno tiene la idea de que para aprender tiene que leer. En cambio en nuestros pueblos, para aprender hay que escuchar a los abuelos. Está bien, pero también usar la escritura como una vía de expresión en primer lugar y luego como una vía de entretenimiento y descubrimiento en nuestra lengua permita darle otra vida a la lengua misma a que sea transmitida sólo oralmente. Es que tiene otra facultad la escritura y la lectura también tiene otra vía”, agregó. Autor de varias obras en tsotsil y castellano, entre ellas la novela titulada “La ira de los murciélagos”, Ruiz manifestó que “estamos viviendo una época distinta a la del siglo pasado, pero sigue siendo un problema el que todavía se lee más en español que en nuestras lenguas. No sé si tengo tantos lectores en mi lengua, pero sí
La escritura en los pueblos indígenas: un arma de lucha
La generación de creadores de pueblos originarios “a la que pertenezco, ha usado la palabra como un arma de lucha con nuestra historia, con la sociedad y con los problemas sociales que tenemos”, afirmó el escritor tsotsil, Mikel Ruiz. “Uno tiene la idea de que para aprender tiene que leer. En cambio en nuestros pueblos, para aprender hay que escuchar a los abuelos. Está bien, pero también usar la escritura como una vía de expresión en primer lugar y luego como una vía de entretenimiento y descubrimiento en nuestra lengua permita darle otra vida a la lengua misma a que sea transmitida sólo oralmente. Es que tiene otra facultad la escritura y la lectura también tiene otra vía”, agregó. Autor de varias obras en tsotsil y castellano, entre ellas la novela titulada “La ira de los murciélagos”, Ruiz manifestó que “estamos viviendo una época distinta a la del siglo pasado, pero sigue siendo un problema el que todavía se lee más en español que en nuestras lenguas. No sé si tengo tantos lectores en mi lengua, pero sí