El uso de leña produce a largo plazo la temible EPOC, una enfermedad pulmonar por el humo inhalado. Sin embargo en decenas de colonias de Tuxtla Gutiérrez es la única opción que tienen para cocinar, debido a que la pobreza extrema no les permite comprar gas. La Ribera Tziqueté es una de ellas. El DIF Municipal les regaló un paquete, pero les dio el “pescado” para un día. Ifigenia tiene 74 años de edad y 50 de vivir en la Ribera Tziqueté. Los mismos años lleva respirando humo de la leña, pues sus padres que fundaron esa colonia solo usaron madera para cocinar. Actualmente la anciana tiene dificultad para respirar. Parece que es EPOC, dicen sus parientes. El techo de lámina de zinc está negro, por el humo impregnado. “Imagínese cómo está mi pulmón”, dice la septuagenaria. Como en esta vivienda, el resto de las que hay en la ribera citada utilizan leña para cocinar. Algunas mujeres envían al esposo o hijos por leña al monte. “Da miedo, puede haber culebra o nos pueden asaltar o hasta violar”, dice Rosario Ménde
Leña en vez de gas; una obligación
El uso de leña produce a largo plazo la temible EPOC, una enfermedad pulmonar por el humo inhalado. Sin embargo en decenas de colonias de Tuxtla Gutiérrez es la única opción que tienen para cocinar, debido a que la pobreza extrema no les permite comprar gas. La Ribera Tziqueté es una de ellas. El DIF Municipal les regaló un paquete, pero les dio el “pescado” para un día. Ifigenia tiene 74 años de edad y 50 de vivir en la Ribera Tziqueté. Los mismos años lleva respirando humo de la leña, pues sus padres que fundaron esa colonia solo usaron madera para cocinar. Actualmente la anciana tiene dificultad para respirar. Parece que es EPOC, dicen sus parientes. El techo de lámina de zinc está negro, por el humo impregnado. “Imagínese cómo está mi pulmón”, dice la septuagenaria. Como en esta vivienda, el resto de las que hay en la ribera citada utilizan leña para cocinar. Algunas mujeres envían al esposo o hijos por leña al monte. “Da miedo, puede haber culebra o nos pueden asaltar o hasta violar”, dice Rosario Ménde