Llega Caravana de Madres Centroamericanas

En el 2002, la salvadoreña Anita Zelaya, quien participa en la Caravana de Madres Centroamericanas, que busca a migrantes desaparecidos en México, despidió a Rafael Alberto Rolín Zelaya con la siguiente frase: “Hijo, que Dios te bendiga y que todo te salga bien; pero su sueño se hizo pesadilla para mí”. Agregó: “Lo despedí con muchas esperanzas (…) puede ser que digan que ya venimos otra vez en la caravana, que estamos locas. Sí, estamos locas de dolor, de amor y de esa ausencia de nuestros hijos que nos hacen falta; es una parte de mi corazón, de mí y lo necesito, quiero verlo”. Por eso, abundó, “nuestra consigna es: «porque vivos se los llevaron, vivos los queremos». En el camión en que venimos cabemos un poco más de 40 personas, pero son cientos y cientos las madres a las que venimos representando y no me alcanzarían ni las lágrimas ni las palabras para poderles expresar cuánto dolor ha causado la desaparición de nuestros hijos”. Encabezadas por Martha Sánchez Soler, presidenta del Movimiento Migrante Meso