Mactumatzá y Meseta de Copoya, zonas de riesgo

Los restos del cerro Mactumatzá y la meseta de Copoya describen lo que hace miles de años fue un arrecife, es decir, una roca incapaz de sortear en sus alrededores zonas habitables para la población, sin embargo, actualmente dicho perímetro es custodiado por 20 colonias legalmente reconocidas y por lo menos tres asentamientos irregulares. En este sentido, el titular de la Coordinación Técnica de Investigación de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural, Froilan Esquinca Cano, mencionó que fue en 1999 cuando se suscitaron los primeros indicios de hundimientos en la zona. Estos derrumbamientos atrajeron a geólogos provenientes de la Ciudad de México, quienes en conjunto con especialistas chiapanecos desarrollaron un análisis geohidrológico, donde los rastros de moluscos y dientes de tiburón confirmarían que el cerro Mactumatzá y la meseta de Copoya son arrecifes viejos. Tales relieves fueron originados por la descomposición de determinadas rocas, entre ellas caliza, dolomía y yeso, que al combinarse c