Doña Magdalena Coronel Carballo es muy conocida en San Cristóbal de Las Casas, pues lleva 40 años haciendo turrones que a diario vende en las calles y con cuyos ingresos ha podido sacar adelante a sus tres hijos. Cuenta que desde que tenía 15 años de edad los vende por su cuenta, pero desde niña salía a ofrecer los que hacía su madre, María Dolores, que también se dedicaba a la venta de esta golosina tan codiciada en la ciudad coleta. Dice que los turrones que ella vende están hechos de claras de huevo y azúcar con un toque de canela molida que pone al fuego un breve tiempo; los vende en conos o barquillos -como si fueran helados- que compra o en tortillas de harina que ella misma elabora. “De 15 años empecé a hacerlos, pero desde niña vendía porque mi mamá María Dolores los hacía. Ella me enseñó. Me perdía en la calle cuando salía a vender porque estaba chiquita”, agrega. “Sí, vivo de la venta de turrones. No deja mucho, pero siquiera para la comida sale. Con esto he sacado adelante a mis tres hijos. Uno es
“Me gusta hacer turrones. Es mi vida”
Doña Magdalena Coronel Carballo es muy conocida en San Cristóbal de Las Casas, pues lleva 40 años haciendo turrones que a diario vende en las calles y con cuyos ingresos ha podido sacar adelante a sus tres hijos. Cuenta que desde que tenía 15 años de edad los vende por su cuenta, pero desde niña salía a ofrecer los que hacía su madre, María Dolores, que también se dedicaba a la venta de esta golosina tan codiciada en la ciudad coleta. Dice que los turrones que ella vende están hechos de claras de huevo y azúcar con un toque de canela molida que pone al fuego un breve tiempo; los vende en conos o barquillos -como si fueran helados- que compra o en tortillas de harina que ella misma elabora. “De 15 años empecé a hacerlos, pero desde niña vendía porque mi mamá María Dolores los hacía. Ella me enseñó. Me perdía en la calle cuando salía a vender porque estaba chiquita”, agrega. “Sí, vivo de la venta de turrones. No deja mucho, pero siquiera para la comida sale. Con esto he sacado adelante a mis tres hijos. Uno es