Migrantes LGBTQ+ entre la invisibilidad y resistencia

A sus 23 años, Elena huyó de Honduras después de que el crimen organizado asesinara a su pareja. Caminó 700 kilómetros ocultando su identidad de mujer trans para evitar violaciones y extorsiones. Al cruzar la frontera sur, creyó encontrar refugio; pero en Chiapas, la espera interminable para obtener asilo, la discriminación laboral y el acoso policial la obligaron a trabajar en una cantina. “Es elegir entre morir o vivir humillada”, confiesa. Su historia resume el drama de cientos de migrantes LGBTQ+ que chocan contra un muro de burocracia y xenofobia en el estado. Este fue el eje del conversatorio “Diversidad sin Fronteras: Justicia, Resistencia y Unidad”, con el que la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Chiapas cerró su ciclo de actividades por la visibilidad de la diversidad sexual. Durante cinco días, académicos, activistas y funcionarios analizaron las crisis entrelazadas que afectan a esta población en movimiento, colocando a Chiapas como epicentro de una emergencia humanitaria ignorada. Tra