Las manos se mueven ágiles, al igual que los ojos y los pensamientos. La música alegre surca el aire invitando a los vecinos a salir, disfrutar y contratar a los músicos que arrancan de la pequeña marimba, notas de canciones que los hicieron suspirar de jóvenes, abrazados del ser amado, o llorar cuando la relación se rompía. Delmar y Humberto ejecutan la Marimba "Hechos no palabras". La primera parada es en la avenida Palmar 1, en casa de Ovidio, el mariachi de la colonia Arroyo Grande. A don "Villo" le gusta tocar música de mariachi, pero le encanta oír a la marimba. Por eso hace pasar a Delmar y Humberto a su casa, donde junto a su esposa, ambos de la tercera edad, venden cena. Ambos se deleitan con la inigualable música. La sonora marimba se oye en toda la colonia. Por eso cuando la tanda de tres canciones por 50 pesos termina en casa de "Villo", sobre la calle Aceituna ya esperan a la marimba en casa de Alfonso, también de la tercera edad. Gonzalo, de la tienda "La Aceituna", no se queda con las ganas y l
Música de marimba a domicilio
Las manos se mueven ágiles, al igual que los ojos y los pensamientos. La música alegre surca el aire invitando a los vecinos a salir, disfrutar y contratar a los músicos que arrancan de la pequeña marimba, notas de canciones que los hicieron suspirar de jóvenes, abrazados del ser amado, o llorar cuando la relación se rompía. Delmar y Humberto ejecutan la Marimba "Hechos no palabras". La primera parada es en la avenida Palmar 1, en casa de Ovidio, el mariachi de la colonia Arroyo Grande. A don "Villo" le gusta tocar música de mariachi, pero le encanta oír a la marimba. Por eso hace pasar a Delmar y Humberto a su casa, donde junto a su esposa, ambos de la tercera edad, venden cena. Ambos se deleitan con la inigualable música. La sonora marimba se oye en toda la colonia. Por eso cuando la tanda de tres canciones por 50 pesos termina en casa de "Villo", sobre la calle Aceituna ya esperan a la marimba en casa de Alfonso, también de la tercera edad. Gonzalo, de la tienda "La Aceituna", no se queda con las ganas y l