Ocuilapa, mujeres y hombres de barro

En Ocuilapa de Juárez, situada en el municipio de Ocozocoautla de Espinosa, las obras antiguas se moldean en barro y arena. Se cocinan en hornos de ladrillo alimentados con leña, así lo manda la creencia milenaria surgida en tierras prehispánicas, en montañas con fragmentos de roca sedimentaria de Chiapas. Ocuilapa significa maguey en extensa llanura y se caracteriza por el quehacer diario de mujeres y hombres que se dedican a la alfarería; y a pesar de los acontecimientos que se han suscitado en esa zona, muchas familias siguen tratando de preservar este noble oficio que ha carecido de visitantes. Comenzó desde niña En el barrio de nombre Emiliano Zapata, en Las Pavistas, se encuentra Guadalupe Vázquez Gómez, una de las primeras alfareras en el poblado, quien desde niña comenzó a descubrir el gusto por la arcilla y su textura. “Trabajamos con aguante y querencia porque es la ofrenda más preciada que mis padres y abuelos me heredaron, por eso comparto a mi familia lo que sé”, dice. Lupita prepara el material,