Y ahí está, en medio del ajetreo diario de la gente y de los vehículos que transitan de la colonia San Cayetano a Paso Limón, y viceversa. Así la misma ruta cotidianamente. Escondido entre hierbajos, añejos árboles y ásperas rocas que incitan a zambullirse y refrescarse para mitigar el calor, se encuentra un menesteroso ojo de agua que resucita con cada poca lluvia que recibe Tuxtla. El agua se encierra entre las piedras calientes, convirtiéndolo en un austero paraíso de los corazones olvidados, que llegan de algunas colonias aledañas para conocer esta fuente natural. El afluente es un fragmento del viejo río Sabinal, que a decir de las personas que allí llegan, “requiere atención para recuperarlo y hacer de él un lugar digno y familiar”. Sin embargo, eso no ha sido impedimento para que algunas familias lleven a sus hijos a regocijarse, pero también hay que mencionar que al ser un lugar un poco escondido, mucha gente llega a tirar su basura. Actualmente con la “seca” y los “calorones” de los últimos meses, e
Ojo de agua, fragmento nostálgico del Sabinal
Y ahí está, en medio del ajetreo diario de la gente y de los vehículos que transitan de la colonia San Cayetano a Paso Limón, y viceversa. Así la misma ruta cotidianamente. Escondido entre hierbajos, añejos árboles y ásperas rocas que incitan a zambullirse y refrescarse para mitigar el calor, se encuentra un menesteroso ojo de agua que resucita con cada poca lluvia que recibe Tuxtla. El agua se encierra entre las piedras calientes, convirtiéndolo en un austero paraíso de los corazones olvidados, que llegan de algunas colonias aledañas para conocer esta fuente natural. El afluente es un fragmento del viejo río Sabinal, que a decir de las personas que allí llegan, “requiere atención para recuperarlo y hacer de él un lugar digno y familiar”. Sin embargo, eso no ha sido impedimento para que algunas familias lleven a sus hijos a regocijarse, pero también hay que mencionar que al ser un lugar un poco escondido, mucha gente llega a tirar su basura. Actualmente con la “seca” y los “calorones” de los últimos meses, e