Pan pintadito, una tradición vigente

El aroma a harina, manteca y el humo de leña que sale del horno de barro es característico de la panadería de doña Mercedes Hernández Gutiérrez, quien desde hace 55 años se dedica a la elaboración de pan en Berriozábal, pero ahora, a sus 73 años únicamente se encarga de supervisar a quienes lo elaboran. Doña Mercedes o “Tía Mechita”, como popularmente la conocen en su pueblo, fue la primera en elaborar el tradicional pan pintadito, un legado que hoy lucha por no ser devorado por la producción industrial. La maestra y su legado “Mi mamá me enseñó. Yo tenía ocho años cuando ella me dijo que hiciera caballito, galleta y turulete”, relata doña Mercedes, recordando cómo fueron sus inicios, el cual acepta que no fue fácil, pero ante la necesidad terminó convirtiendo este oficio en parte de su vida diaria. Ese conocimiento ha sido transmitido de generación en generación, convirtiéndose en su sustento y en un arte que domina a la perfección. “Yo fui la primera que empecé a crear ese pan aquí en Berriozábal”, afirma c