Los ecosistemas de los ríos Grijalva y Usumacinta, los más caudalosos del estado, podrían ser infestados por el pez diablo, desplazando a las especies nativas, lo que representa un serio riesgo no sólo para la ecología sino para la sobrevivencia de miles de pescadores, informaron autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural. En Chiapas, los ríos Usumacinta y Grijalva tienen un grado de afectación por la presencia del pez diablo, una especie invasora que se encuentra en afluentes como el río Tulijá, donde se cree que hay millones de ejemplares. "Esta especie es difícil de controlar, pero la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural cuenta con un proyecto para tratar de eliminar la plaga que devora a ejemplares nativos como la pigua y el bagre", dijo Ricardo Hernández. "El río Grijalva fluye hasta Tabasco y ya tiene algún grado de afectación, por tal motivo debemos de ser muy cuidadosos para que el pez diablo no invada la parte alta; en el caso del río Usumacinta, todavía no contam
Pez diablo, riesgo para ríos Grijalva y Usumacinta
Los ecosistemas de los ríos Grijalva y Usumacinta, los más caudalosos del estado, podrían ser infestados por el pez diablo, desplazando a las especies nativas, lo que representa un serio riesgo no sólo para la ecología sino para la sobrevivencia de miles de pescadores, informaron autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural. En Chiapas, los ríos Usumacinta y Grijalva tienen un grado de afectación por la presencia del pez diablo, una especie invasora que se encuentra en afluentes como el río Tulijá, donde se cree que hay millones de ejemplares. "Esta especie es difícil de controlar, pero la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural cuenta con un proyecto para tratar de eliminar la plaga que devora a ejemplares nativos como la pigua y el bagre", dijo Ricardo Hernández. "El río Grijalva fluye hasta Tabasco y ya tiene algún grado de afectación, por tal motivo debemos de ser muy cuidadosos para que el pez diablo no invada la parte alta; en el caso del río Usumacinta, todavía no contam