Cada 30 de abril, los parques se llenan de risas, los regalos florecen y las escuelas organizan festivales llenos de color. Es el Día del Niño en México, una fecha que celebra a la infancia pero también despierta la nostalgia en muchos adultos, que recuerdan lo que alguna vez soñaron tener y hoy, desde su rol de padres, buscan dárselo a sus hijos. Esta celebración en el país comenzó en 1924, cuando se adoptó la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño. Desde entonces, cada 30 de abril se convierte en un homenaje a los más pequeños, con actividades recreativas, educativas y culturales. Aunque existe un Día Universal del Niño, proclamado por la ONU el 20 de noviembre, México mantiene su propia fecha en abril como una tradición profundamente arraigada. Voces En este contexto, la memoria infantil revive en los adultos, para algunos, se trata de juguetes; para otros, de tiempo, amor o experiencias que no vivieron. Adriana Jonapá Martínez mencionó que siempre soñó con tener un castillo de Barbie, pero
Regalo, un sueño que une a infancias y adultos
Cada 30 de abril, los parques se llenan de risas, los regalos florecen y las escuelas organizan festivales llenos de color. Es el Día del Niño en México, una fecha que celebra a la infancia pero también despierta la nostalgia en muchos adultos, que recuerdan lo que alguna vez soñaron tener y hoy, desde su rol de padres, buscan dárselo a sus hijos. Esta celebración en el país comenzó en 1924, cuando se adoptó la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño. Desde entonces, cada 30 de abril se convierte en un homenaje a los más pequeños, con actividades recreativas, educativas y culturales. Aunque existe un Día Universal del Niño, proclamado por la ONU el 20 de noviembre, México mantiene su propia fecha en abril como una tradición profundamente arraigada. Voces En este contexto, la memoria infantil revive en los adultos, para algunos, se trata de juguetes; para otros, de tiempo, amor o experiencias que no vivieron. Adriana Jonapá Martínez mencionó que siempre soñó con tener un castillo de Barbie, pero