Ser parachico es vivir en resistencia

“El parachico se resiste, el chiapacorceño se revela”, recalcó el sociólogo Nereo Nigenda Fernández, quién presentó la ponencia “Parachicos: cultura, poder y religiosidad en Chiapa de Corzo”, donde explicó la metamorfosis que ha sufrido la iconografía del personaje, debido a las apropiaciones culturales que se adhieren a la festividad con el paso del tiempo. El investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas explicó que el origen parte de una cosmovisión agrícola; hace 50 años los danzantes solían tener una flor o una fruta en la mano, representando la siembra venidera, mientras que el zapateado simboliza el despertar de la tierra. “A fin de cuentas, este personaje tiene su origen en un credo agrícola, no era un personaje comercial como ahora que se cosifica o que se hace estadística”, expresó Nigenda Fernández, en las instalaciones del Museo Regional de Chiapas del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Y aclaró que “su presencia es tan poderosa que atrae a todos, es como un imán, por eso han veni