Tejer en telar de cintura gana terreno entre varones

Tejer en telar de cintura o de pedal que antes estaba reservado casi para las mujeres o se mantenía oculto en las comunidades indígenas, ha ido ganando terreno entre los varones. Juan de la Cruz López Gómez es uno de los artesanos que no tiene pena gritar a los cuatro vientos que elabora faldas, camisas, rebosos, manteles o bufandas, entre otras prendas. “Este trabajo ya no sólo es de mujeres. Yo llevo cerca de 30 años haciéndolo y me gusta porque amo mis raíces y eso me fascina; aunque no lo vendo tan caro me gusta hacerlo. A veces me preguntan que por qué lo hago si no costea tus días, pero a veces sí, va saliendo; porque me gusta hacerlo, me apasiona el arte. No lo siento como trabajo. Es un arte”, afirmó. -¿Cómo aprendiste a tejer? -Viendo, nada más. Creo que mi sangre ya venía de generación en generación. Mi bisabuela Pascuala era tejedora en telar de cintura y hacía huipiles. Mi abuela Andrea, de 85 años, dejó hace poco el hilado de lana de los borregos de mi mamá porque ya casi no mira y mi mamá, María