Toda una vida dedicada al arte de las piñatas

Desde hace más de 23 años la señora Judith Alvarado Hernández inició con el negocio familiar de venta de piñatas. Al comenzar, junto a su papás y hermanas, fabricaban menos de 10 y las ganancias las invertían para seguir y aumentar la producción, hasta llegar a más de 200 piñatas. Con el paso de los años la producción fue aumentando, hasta que en temporadas altas —como Navidad— llegan a fabricar hasta cinco diarias, ya sea de papel o de barro, con todo el proceso que conlleva según los personajes de moda o los que buscan más las personas. Es una realidad, dijo, que con el tiempo las ventas ya no siguieron iguales porque se distribuyeron entre los diversos negocios que se fueron instalando en la famosa calle de las piñatas, es decir, la calle Central, que abarca desde la 10ª hasta la 13ª Sur, donde se encuentra su casa (entre 12ª y 13ª, número 1370), que es donde vende sus piñatas. Mencionó que los últimos años han sido complicados para este giro por la pandemia, la cual dejó una severa crisis económica. Est