Tortuga blanca: lucha por la supervivencia

En las profundidades de los ríos de la Selva Lacandona, en Chiapas, habita un gigante acuático que los mayas consideran sagrado: la tortuga blanca (Dermatemys mawii), conocida localmente como Nojoch ak (“gran tortuga”). Diversas condiciones han llevado a que sea clasificada como una de las 25 especies de quelonios más amenazadas del mundo. Según la cosmovisión maya, este —el más grande de Centroamérica— fue creado por los dioses para formar los ríos que hoy atraviesan la selva. Sin embargo, su destino está en riesgo: la caza furtiva, la destrucción de su hábitat y el tráfico ilegal la han llevado al borde de la extinción. Un legado mitológico y ecológico Un artículo científico publicado por Eduardo Reyes Grajales, Norma Chambor Gómez y Matteo Cazzanelli, investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), rescata una leyenda lacandona que explica cómo la tortuga blanca modeló los ríos al nadar incansablemente. “Perdió la dureza de su caparazón y aprendió a respirar bajo el agua”, relata el texto, basad