Turismo continúa pese a contagios

Al terminar de tomarse fotos en una de las casas navideñas que adornan el centro de San Cristóbal, una familia procede a ponerse de nuevo el cubrebocas. Pese a ser uno de los pocos turistas que lo usan, resaltan entre locales y visitantes que continúan con su cotidianidad. En los restaurantes todo fluye como siempre. Los hostess ofrecen los menús a un mar de turistas que llenan las calles pese al clima frío y el cielo nublado. Sólo en uno se observa que todo el personal ha empezado con el uso de mascarillas. Vacunación Pese a esta normalidad turística, hay un elemento que resalta a un lado del Museo de San Cristóbal (Musac): las largas filas alrededor del puesto de vacunación atendido por cuatro enfermeras que no tienen tiempo para el descanso. Ahí la aplicación inicia a las 9:30 de la mañana y termina entre 6:30 o 7 de la noche. Casi diez horas en las que la asistencia parece no dar tregua. Para el tedio de la espera hay distintos antídotos, desde la charla con amigos y familiares, el uso de audífonos, hast