En una emotiva ceremonia celebrada en la Catedral de San Marcos en Tuxtla Gutiérrez, monseñor José Francisco González González fue recibido oficialmente como nuevo arzobispo de la Arquidiócesis de Tuxtla, allí realizó la profesión de fe y el juramento de fidelidad. Ante el nuncio apostólico en México, monseñor Joseph Spiteri, y una nutrida concurrencia de fieles, sacerdotes, religiosos y autoridades eclesiásticas, monseñor González González, proclamó con firmeza su adhesión a la doctrina católica, a la autoridad del Romano Pontífice y a la misión pastoral encomendada por Cristo a través de los apóstoles. “Creo con fe firme y profeso todas y cada una de las cosas contenidas en el símbolo de la fe”, expresó. Como parte del protocolo, monseñor José Francisco González González pronunció el Credo completo con voz decidida, seguido de su compromiso explícito con la enseñanza, la santificación y la guía del pueblo de Dios. Durante su juramento, monseñor González González reafirmó su lealtad inquebrantable a la Igl
Tuxtla recibe a su nuevo arzobispo
En una emotiva ceremonia celebrada en la Catedral de San Marcos en Tuxtla Gutiérrez, monseñor José Francisco González González fue recibido oficialmente como nuevo arzobispo de la Arquidiócesis de Tuxtla, allí realizó la profesión de fe y el juramento de fidelidad. Ante el nuncio apostólico en México, monseñor Joseph Spiteri, y una nutrida concurrencia de fieles, sacerdotes, religiosos y autoridades eclesiásticas, monseñor González González, proclamó con firmeza su adhesión a la doctrina católica, a la autoridad del Romano Pontífice y a la misión pastoral encomendada por Cristo a través de los apóstoles. “Creo con fe firme y profeso todas y cada una de las cosas contenidas en el símbolo de la fe”, expresó. Como parte del protocolo, monseñor José Francisco González González pronunció el Credo completo con voz decidida, seguido de su compromiso explícito con la enseñanza, la santificación y la guía del pueblo de Dios. Durante su juramento, monseñor González González reafirmó su lealtad inquebrantable a la Igl