Un día en la vida de un soldado

Bajo el camuflaje de su uniforme no solo hay un número de identificación militar, están las esperanzas de un hombre que desea vivir lo suficiente para ver crecer a sus hijos y poder disfrutar de una esposa. Vive un hombre que ama a su institución pero también a su familia. Es el caso del sargento II de Artillería, Víctor Manuel Reyes Mondragón, de 29 años de edad y con 10 años de servicio en el Ejército Mexicano, quien con el permiso de sus superiores brindó la oportunidad a Cuarto Poder de conocer cómo es la vida de un soldado. Desde hace 10 años despertar a las cinco de la mañana se ha vuelto una rutina para Manuel; en el Ejército ha aprendido a trabajar en equipo, lo cual es fundamental dentro de las Fuerzas Armadas. Originario del Estado de México y venido de una familia tradicional mexicana, asegura que ser soldado requiere de un gran compromiso y vocación. “El compromiso es importante, para realizar cada una de las actividades. Yo me siento muy a gusto desde niño, siempre quise ser militar, vengo de