Confusiones y más dudas que certezas

Los tres partidos que jugó la selección mexicana en Dallas, Phoenix y Chicago solo sirvieron para que la presión sobre el equipo y su cuerpo técnico se incrementara, a escasos cinco meses de participe en la Copa del Mundo de Qatar. El saldo final fue un golpe a la credibilidad del proyecto de Martino, en horas en que debería estar más apuntalado que nunca. Un juego ganado (Nigeria), un empatado (Ecuador, anoche) y una goleada ante Uruguay, y que terminó por meter mayor presión al Tricolor, por las formas y —claro— por la distancia en el marcador. De cualquier modo, en ninguno de los tres duelos el equipo mostró un funcionamiento convincente de principio a fin. En estos compromisos el “Tata” Martino probó situaciones nuevas para la Selección, como un sistema de juego y variantes en el transcurso de los encuentros. De pasó, aprovechó para definir quiénes están para integrar su lista mundialista y cuáles en definitiva no. Por ejemplo, Santiago Giménez (Cruz Azul) podría subirse. Dejó una buena impresión en los m