El destino lo llevó a ser figura sobre el ring

El “arte del pancracio” es un deporte con gran arraigo en todo México, debido a la cercanía que existe entre los luchadores y la afición, pero también por la historias peculiares que han vivido los gladiadores para alcanzar el éxito sobre el ring. Este es el caso del chiapaneca Tribal, quien por azares del destino se topó con la Lucha Libre sin siquiera pensarlo. Ahora, y tras más de una década de estar llevando alegrías a miles de aficionados, recuerda con mucho entusiasmo sus orígenes. “Tenía entre 17 y 19 años cuando la Lucha Libre y yo nos topamos. Y fue así porque en una ocasión caminaba por la calle y me di cuenta de un anuncio que decía ‘Escuela de Lucha Libre’. Decidí entrenar y ver qué es lo que se hacía; luego de ver a las personas entrenando, me motivé para al volver al día siguiente y comenzar a entrenar”, expone el luchador. Tras cuatro meses de trabajar día con día, a Tribal le llegó el momento estar arriba de una lona, pero todavía no a lo grande. Tal situación se dio un año después, cuando la